No, por mucho que insistas, Ramírez no ha cambiado su forma de jugar
Aunque pueda parecer que el entrenador del Real Sporting ha cambiado su forma de jugar la realidad es que no, solo ha aprendido y mejorado
Miguel Ángel Ramírez Medina es un entrenador de fútbol que actualmente se encarga de la dirección técnica del Real Sporting de Gijón. Muchos, probablemente casi todos exceptuando cuatro «frikis» no supiesen quien era hasta el pasado mes de enero cuando, en una apuesta con claros tintes de riesgo, toda la afición rojiblanca corrió a internet a buscar información sobre él. Nadie va a discutir que su aterrizaje en Gijón fue difícil. Nadie, él mismo incluido, se lo puso fácil en sus primeros seis meses. No logró grandes resultados, sino todo lo contrario. Tampoco logró desplegar, salvo momentos muy escasos y puntuales, un fútbol que enganche a la grada. Resumiendo, que las críticas, exceptuando las faltas de respeto que se le hicieron hasta bien poco, por cierto, por su contratación eran completamente lógicas.
Pero también es lógico pensar que cambiar de entrenador cada cuatro o cinco meses no es solución. Miguel Ángel Ramírez tenía contrato y el club no tuvo dudas en que siguiese y fuese partícipe en la confección del equipo de este año. La decisión, aplaudida por unos (pocos) fue vilipendiada por otros (muchos), sobre todo desde varios medios de comunicación. Los mismos que a día de hoy intentan hacer borrón y cuenta nueva ocultando sus desmanes y faltas de respeto antes mencionadas. Pero el canario, un hombre muy tranquilo, que nunca alza la voz ni se sale de una línea de exquisita educación, se dedicó a lo que mejor sabe hacer. Entrenar, trabajar y sobre todo APRENDER.
Porque esos seis meses en Gijón fueron para Miguel Ángel Ramírez un curso acelerado de lo que es Segunda División española. Una competición durísima de 10 meses de duración donde prima la solidez. Sus capacidades estaban, salvo para algunos que creen que un entrenador que logra un título en Sudamérica no está ni para entrenar en Tercera RFEF. Pero como un jugador extranjero llega a una nueva liga y a un nuevo país, lo que le faltó a Miguel Ángel Ramírez fue adaptación. Y tras esa adaptación ha llegado el momento de poner en práctica lo aprendido a todos los niveles. Pero, ¿cómo lo ha hecho? ¿Ha cambiado su forma de jugar de enero hasta aquí? La realidad es que, digan lo que digan, no. Y la prueba está en la hemeroteca y en el último partido frente al Elche.
«No me obsesiono con la posesión, si puedo llegar al área rival con un pase pues daré uno, pero lo que me obsesiona es el control de los partidos, el que podamos someter al rival, ser protagonistas y ver la portería contraria en lugar de la nuestra».
Miguel Ángel Ramírez. 17 de enero de 2023
Frente al Elche casi nueve meses después de su aterrizaje en Gijón, quedó refrendado sobre el ‘verde’ de El Molinón. El Sporting generó múltiples ocasiones de gol. Muchas fueron a través de varios pases, pero otras fueron en muy pocos. El equipo logró muchas ocasiones y logró que le crearan pocas a pesar de que tuvo un 48% de posesión. Y aunque el partido frente al conjunto ilicitano fuese una muestra coral de lo que el canario pretendía cuando llegó a Gijón, no ha sido la única a lo largo del pasado mes. Porque para llegar a lo que se vio el miércoles noche, hubo que poner en práctica lo aprendido sobre la Segunda División.
Eso, es cierto, no solo lo ha logrado Miguel Ángel Ramírez. Es algo que se ha construido a lo largo de los últimos cuatro meses en el club. Desde que finaliza la temporada pasada y la dirección deportiva construye una plantilla con perfiles que no se tenían. Desde que el cuerpo técnico empieza a trabajar y moldear una idea con los perfiles que tiene en la plantilla. Y no menos importante, con los jugadores que, incluso los que desde dentro dudaban del entrenador, ahora van de la mano con él. Porque éstos, con tiempo y trabajo, han acogido las ideas del entrenador. Unas ideas que, nuevamente, mostró en su aterrizaje en Gijón.
«Me gusta un fútbol en el que tengamos control e iniciativa. Ese es el ‘qué’. Los ‘cómo’ hay que ir adaptándolos a la realidad del rival y de la plantilla que tenemos. Analizar en qué somos buenos y dónde podemos potenciarnos para dar herramientas para que puedan encontrar soluciones a las situaciones que les va a presentar el juego».
Miguel Ángel Ramírez. 17 de enero de 2023
Una muestra de ésto es que desde su aterrizaje en el banquillo sportinguista, Miguel Ángel Ramírez, ha dispuesto 28 alineaciones diferentes en 29 partidos. Y en esa repetición tuvo mucha influencia el número de bajas con el que el canario afrontó aquellos encuentros. Esos cambios, normalmente quirúrgicos y específicos, son sujetos a las virtudes del rival, pero que la temporada pasada, debido normalmente a tener una plantilla más corta y con un número elevado de bajas jornada tras jornada no siempre podía realizar. Porque como el propio entrenador canario ha dicho muchas veces, «con cinco cambios también se juega a eso, puedo cambiar a medio equipo».
Este curso, la situación está siendo diferente y esas modificaciones tanto en el once como en los cambios durante los partidos, están teniendo mucha más influencia. Esto es lo que se está interpretando erróneamente como cambiar la forma de jugar. «Es que ahora juega 4-4-2 y claro con dos puntas en diferente», como si los jugadores fuesen muñecos de un futbolín que no se mueven. El canario persigue lo mismo que perseguía a su llegada, pero con un éxito mayor que le ha dado ese aprendizaje ‘a base de hostias’ que decimos en Asturias te da la vida y en su caso, la Segunda División. Porque la realidad es que Miguel Ángel Ramírez sigue manteniendo la misma base y propuesta que aquel 17 de enero cuando se puso al frente del Real Sporting de Gijón. Aunque insistas en lo contrario.