Gustavo Munúa, ¿el nuevo Mario Simón?

Al igual que el último entrenador del Real Murcia, Gustavo Munúa ha salvado su primer 'match ball' y ha conseguido una victoria importantísima tanto para el equipo como para él

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Ayer el Real Murcia volvió a la senda de la victoria. Por primera vez desde agosto, los murcianistas se reencontraron con los 3 puntos, de nuevo a domicilio. No obstante, la mejoría en el juego ofensivo fue prácticamente nula, y el único aspecto en el que se vio a un equipo más trabajado fue en el plano defensivo. Al igual que el anterior entrenador, Gustavo Munúa salvó ayer su primer ‘match ball’ como técnico murcianista.

Durante la etapa de Mario Simón, el equipo murcianista se caracterizaba por ganar los duelos vitales cuando la confianza al entrenador era mínima. En las situaciones más desfavorables, cuando más seguro parecía que los pimentoneros iban a caer y el entrenador iba a recibir el finiquito, el equipo cambiaba de cara y ganaba, frustrando los planes de cambiar al míster y dándole un nuevo voto de confianza. Cualquier aficionado murcianista sabe de la cantidad de situaciones en las que los equipos de Mario Simón estuvieron entre la espada y la pared y acabaron saliendo adelante.

Si bien es cierto que el comienzo de esta temporada ha sido muy pobre (hasta ayer solo se habían sumado 5 puntos de 15 posibles), Gustavo Munúa parece haber superado su gran escollo: la debilidad defensiva. Lo ha conseguido en una situación de máxima presión, en la que la gran mayoría de aficionados pedían su cese, e incluso desde la cúpula grana había discrepancias sobre su juego. Según el medio regional ORM, tras el empate contra el Alcoyano de la jornada pasada, el propio presidente del Real Murcia le iba a dar a Munúa un voto de confianza mínimo de 3 partidos más (aguantaría en el cargo mínimo hasta el la novena jornada).

Aunque la situación no fuera aun límite, en el calendario estaba señalado en rojo el partido contra el Baleares. El equipo y, sobre todo, el entrenador, estaba obligado a ganar. El encuentro comenzó con malas sensaciones y un Murcia muy despistado que pudo haber ido por debajo en el marcador desde el primer minuto. Sin embargo, el Murcia fue encontrando su lugar en el campo. Un balón largo de Zalaya llegó hasta Alex Rubio, quien al igual que en la victoria en Granada, marcó el gol que dio la victoria a los suyos.

Y es que ayer se vio un Real Murcia más sólido, ante un Baleares que no hizo un mal partido en el apartado ofensivo. Gianni, Alberto González y Rofino completaron un trabajo más que notable para mantener la segunda portería a cero de la temporada y frustrar las ocasiones del equipo isleño. Como nota positiva, en la segunda parte el Murcia estuvo dominando y en las botas de Rodri Ríos estuvo el poder hacer el 2-0. Sufriendo, pero menos que antes, los granas acabaron llevándose el encuentro.

En resumen, parece que por fin hay brotes verdes en un equipo en el que había muchas esperanzas, y en Mallorca superaron su asignatura pendiente. Gustavo Munúa, que estaba con un pie fuera del equipo, ha conseguido salvar su primera gran prueba de fuego. Sin un juego sensacional, haciendo rotaciones, y probando distintos esquemas, ha conseguido recuperar la confianza de un buen sector de los dirigentes, y tal vez de unos jugadores que cada vez se entendían menos con él.

Aunque los tres puntos son un gran motivo de alegría, la pregunta que todo el mundo se hacía con Mario Simón vuelve a sonar: ¿Hasta cuándo aguantará Munúa en el cargo? Y es que, al igual que el último técnico grana, el uruguayo ha ganado en el momento más crítico. Se vienen dos grandes partidos que, sin duda, serán definitivos hacia su figura en el Real Murcia, a cada cual, más difícil. En apenas una semana, el Real Murcia se enfrentará contra el tercer y cuarto clasificado del grupo. Visitarán a la UD Ibiza el miércoles y recibirán al Algeciras el domingo por la mañana. Cualquiera podría pensar que, de perder ambos encuentros, será el fin del entrenador en el banquillo pimentonero.

Pero, ¿y si la victoria contra el Baleares hace que el equipo cambie de mentalidad? ¿Y si el equipo empieza a encontrarse cómodo con este esquema de juego? ¿Y si Munúa ha dado con el once que le ofrece esa seguridad defensiva? ¿Podrá Munúa aguantar la presión y seguir los pasos de su predecesor, ganando los partidos clave y recuperando votos de confianza en los momentos más difíciles? ¿Será capaz el técnico de fortalecer su figura tras estar prácticamente sentenciado y darle alas a este equipo con tanto potencial? La respuesta a todas estas preguntas las hallaremos al término de la novena jornada. Si hay algo que está claro es que, incluso perdiendo ambos encuentros, el entrenador uruguayo podría seguir en el cargo.

Es posible que el entrenador del Real Murcia haya recuperado la confianza de parte de una directiva que empezaba a dudar de él. En gran parte, es gracias a la victoria de ayer. Un partido clave que ha podido suponer la diferencia para un conjunto que no encontraba su lugar en el campo, y que ahora ha logrado ese punto de inflexión tan necesario. Los próximos encuentros supondrán los exámenes de acceso a la parte noble de la tabla, aquella que al comienzo de la temporada se esperaba que liderase el equipo grana. En la mano del entrenador y de los jugadores está lograr remontar esta situación, y tal vez esta victoria era lo que el conjunto necesitaba para confiar en sí mismo.

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