España abusa de Argentina

Parece que ya no quedan adjetivos suficientes para describir el juego que viene haciendo España en los últimos tiempos. Hoy, ante la actual subcampeona del mundo y América, los de Lopetegui volvieron a maravillar al mundo. Porque más allá de los goles, todo el mundo se queda con las sensaciones. Esas que permiten volver a soñar con levantar la Copa del Mundo. Motivos hay para ello. Set a uno de ‘La Roja‘ a Argentina. Jugando bien, arrasando, sin dar opciones a un rival que se vio superado en todos los aspectos del juego.

El encuentro arrancó con una España mandona. y no era para menos. Con los futbolistas, los cinco, que había en el centro del campo, se antojaba difícil no mantener la bola. Y con eso, con la pelota, llegó la primera acción de peligro al minuto dos. Una internada de Carvajal por banda derecha que atrapó Romero en el primer palo. La idea de los argentinos fue clara. Salidas rápidas y finalización de jugadas. Y así se la encontró Higuaín. En una jugada de tres toques, con un centro lateral que desperdició enviándola arriba.

Antes del primer cuarto de hora, Iniesta hizo las veces de Busquets y robó un balón muy peligroso en el centro del campo. El manchego, esta vez, fue quien trabajó para que Asensio asistiese y Costa, chocando con el portero, abriese la lata. Un gol de esos que solo marca él. Los de no dar un balón por perdido. Aunque eso le hubiese costado un susto (a Romero sí, y tuvo que ser sustituido). Daba igual. Un gol es un gol. Y Costa, de esta forma, respondía al tanto de Rodrigo en Alemania, en esa peculiar lucha por el ‘9‘.

Tras el gol, Argentina adelantó sus líneas. Ramos sacó un gol cantado a Meza, y en la réplica, a punto estuvo Jordi Alba de hacer el segundo. No perdonó Isco en siguiente jugada. Otro robo de balón en el centro del campo, otro dentro de Asensio y esta vez, el malagueño, con un toque sutil, hizo el segundo. Y nada más hacer el tanto, Argentina sufrió uno de los típicos rondos del centro del campo español. Con el ‘olé’ de la grada, los nuestros mantuvieron el balón durante un minuto aproximadamente. De un lado a otro, sin que su rival pudiese tener la mínima opción de recuperarlo.

Tras varios minutos de tanteo, Argentina logró recortar distancias a balón parado. Otamendi remató a placer un saque de esquina que sorprendió a De Gea y se coló en la red española. Un tanto que metía a la albiceleste en el encuentro. Aunque cerca estuvo Isco de poner la ventaja en dos goles un minutos después. Tras un maravilloso slalom, el madridista se topó con un zaguero a la hora de disparar a puerta. Pintaba a uno de esos goles inolvidables. Última ocasión de un primer acto que concluía con victoria de los nuestros.

En la segunda mitad, Lopetegui decidió dar descanso a Costa, quizás por el golpe, e introducir a Aspas. Otro jugador de toque. Para completar dos líneas de tres en torno al balón. Y no tardaron en dar el primer golpe. Pase sensacional de Iniesta al desmarque del gallego, que la aguanta y la pone para que Isco, llegando en carrera, hiciese el tercero. Y en otra conexión fantástica, Thiago hizo el cuarto. Esta vez fue Isco quien arrancó la jugada. Dejó un balón en la frontal a Aspas, que prepara un balón perfecto para que el del Bayern hiciese el cuarto.

Llegados al veinte del segundo tiempo, Otamendi pudo recortar distancias en otro remate de cabeza que se fue al palo. Fue un momento del partido muy feo de cara al espectador. El fútbol se volvió muy marrullero. Unos y otros entraron en una vorágine de faltas, muchas de ellas de las que no gustan a nadie. De hecho, Tagliafico apunto estuvo de irse a la calle en apenas tres minutos. Primero por encararse con Isco, y después por una fea entrada sobre Aspas.

Y tras estos minutos, España hizo el quinto. Un saque largo de David De Gea sorprendió a la zaga argentina. Y Aspas, más listo que nadie, controló, encaró a Caballero e hizo el quinto. Un minuto después, Isco continuó la fiesta. Otra vez Aspas en el arranque de la jugada e Isco en la finalización. Magistral, sublime, increíble. Nuevo recital de los nuestros en ataque y otro tanto del malagueño, que fue ovacionado un minuto después, cuando le cambiaron.

En los minutos finales, Marcos Alonso y Parejo consumaron su debut con el combinado nacional. El primero de ellos cierra un ciclo histórico. Primera vez que abuelo, padre e hijo llegan a jugar con España. Casi nada. Así concluía un partido en el que los nuestros volvieron a dar una nueva clase magistral de fútbol.

España va en serio

Ya no solo es el permanecer invictos. Ni la goleada en el día de hoy. Sencillamente son las sensaciones. Esas que ‘La Roja‘ lleva transmitiendo desde hace mucho tiempo. Las que han vuelto a ilusionar a una afición que quiere volver a lo más alto después de los varapalos en Brasil y Francia. Parece que España ha vuelto, pero aún no se ha ganado nada. Lo único que podemos empezar a pensar es que la imagen de Sudáfrica podría repetirse.