Athletic-Celta: Segundas partes sí que pueden ser buenas

El Athletic y el Celta empatan en una gran segunda parte

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La verdad es que el tópico de “Segundas partes nunca son buenas” suele estar bastante extendido en el cine, y muchas veces es así, pero es que el fútbol es otro mundo y puede tener el mejor comienzo, el mejor final o la mejor secuela. Cualquiera de esas situaciones es una posibilidad, y esta tarde de sábado así ha sido.

Athletic Club 1 1 RC Celta de Vigo

San Mamés acogía la trigésima jornada de la Liga Santander, y el Athletic Club de Bilbao tenía al Celta de Vigo. Ambos equipos se encontraban en una situación similar. Ambos tenían (y tienen todavía tras el partido), posibilidades de luchar por las plazas europeas. El recientemente finalizado Girona-Levante, en el que los catalanes no fueron capaces de sumar los tres puntos; el difícil encuentro contra el líder del Sevilla; y la salida del Betis hacia Getafe el lunes, brindaban una excelente oportunidad de engancharse a la pelea europea.

El Athletic, siguiendo la dialéctica cinematográfica, tiene un Óscar al mejor drama. Toda la temporada, partido tras partidos, semana tras semana, el Athletic jamás encontrará una solución a esta horrible temporada, que si bien otros equipos pagarían por estar en nuestra situación, alejados del descenso, sí está muy alejada de las ambiciones que los rojiblancos tenían a principios de temporada. Respecto a este partido, los datos más reseñables fueron la ausencia de Aduriz en el once inicial y la vuelta de Iker Muniain, tras media temporada lesionado. Ambos se sentaron en el banquillo en virtud de un Iñaki Williams que una vez más empezó de 9 y un Iñigo Córdoba que buscaba aprovechar una nueva oportunidad.

El Celta, por su parte, volvía al estadio que junto al Athletic estrenó con un nombre en la mente de todos: Iago Aspas. El ex del Liverpool y Sevilla venía de jugar un excelente partido con la Selección Española, siendo en el triunfo por 6-1 contra Argentina uno de las principales figuras y el autor de un gol. El conjunto gallego, consciente de sus posibilidades, necesitaba vencer a un rival que pese a su irregularidad, puede suponer un escollo en la escalada europea. Saltaba la sorpresa cuando Unzué dejaba en el banquillo a Pione Sisto, que a posteriori resultó fundamental en la segunda parte.

Comenzaba el encuentro con buenas expectativas. Apenas pasados los cinco minutos, Raúl García contó con la más clara de la primera parte. Williams, que se mantuvo eléctrico toda la tarde, recibió un buen pase le permitió plantarse delante del portero pero, al estar demasiado escorado, optó por hacer un pase atrás al ex del Atlético, quien no llego a empujar por un pelo el balón.

A partir de esa jugada el encuentro entro en un periodo de muermo absoluto. Un par de ocasiones, sobre todo por parte de los leones, pudo ponerle un poco de picante al partido, además de una amarilla a Williams por “tirarse” dentro del área, en una disputa con Sergi Gómez.

Finalizada la primera parte, se esperaba otra similar a la anterior, como ya es costumbre para la afición local, pero no fue así. Fue en ese momento en el que el encuentro adoptó un nuevo color, y fue más rojiblanco que celeste. Tan solo habían pasado diez minutos, cuando Raúl García remató al travesaño en la salida de un córner, y su rechace lo cazó Unai Núñez para abrir la lata.

Los pupilos del “Kuko” Ziganda se desataron entonces. Se dieron lugar otro derribo polémico a Williams, dominio en juego y oportunidades, a excepción de un rechace en propia puerta de Iñigo Martínez que de no ser por Kepa hubiera entrado. Sin embargo, a medida que iba pasando el tiempo, se iba perdiendo esa sensación de dominio. La entrada del anteriormente mencionado Sisto revolucionó al Celta, que comenzó a atosigar al Athletic, empezando por un gran cabezazo de Maxi que pasó cerca del poste local.

Fruto de ese cambio, llegaría el final de la película. Unos últimos cinco minutos de acoso total por parte de los visitantes acabaron en un centro para Brais Méndez, que de una volea picada mandó el balón al fondo de las mallas. Y pudo no quedarse solo en eso, ya que en los dos minutos de descuento que aun restaban, el Celta tuvo una ocasión clarísima en las botas de Hugo Mallo que obligó a Kepa a hacer una palomita espectacular, y también un gol anulado por fuera de juego a Pablo Hernández.

Una vez pitado el final, los espectadores pudieron comprobar que, más allá de la tristeza bilbaína y la satisfacción viguesa, el fútbol no entiende de tópicos ni de reglas, y que todos esos clichés se quedan solamente en la literatura y en el sector del séptimo arte.

Ficha Técnica
Athletic Club: Kepa; Balenziaga (Lekue 81´), Núñez, Iñigo Martínez, De Marcos; San José, Iturraspe, Susaeta, Raúl García (Beñat 78´), Córdoba (Aduriz 70´); Williams
RC Celta de Vigo: Sergio; Jonny, Cabral, Sergi Gómez, Hugo Mallo; Wass (Hernández 62´), Radoja (Brais 72´), Lobotka; Maxi Gómez, Iago Aspas, Boyé  Sisto (62´)
Goles: 1-0 Núñez (55´), 1-1 Brais (+90´)
Árbitro: Carlos del Cerro Grande Amonestó Williams, Iñigo Martínez y Unai Núñez (Athletic) y a Maxi Gómez (Celta)
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima jornada de la Liga Santander

Por @fido_95

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