El Sporting tira de oficio para doblegar al Reus
El Real Sporting sufre durante la segunda mitad para conseguir los 3 puntos en El Molinón, ante un Reus Deportiu que supo sobreponerse al 2-0 tras el descanso y acortó distancias al poco de la reanudación
El Real Sporting tiró de brega y oficio en El Molinón para superar 2-1 a un Reus Deportiu que puso las cosas muy difíciles a los asturianos. Tras una primera parte cómoda para los locales, que llegaron con un 2-0 al descanso, el conjunto catalán supo darle la vuelta al partido. Con un gol a los 49 minutos, metió presión a los gijoneses y los encerró en su campo a base de jugadas de estrategia. Lo que apuntaba a un partido cómodo para el líder, se tornó en un sufrimiento para su afición.
El partido comenzó con un Real Sporting muy vivo, imprimiendo un ritmo muy alto a sus jugadas y siendo muy eléctrico. De esa forma ya en el primer minuto, Nano Mesa abre para Jony que encara a su rival y gana línea de fondo. Su centro lo saca el último defensa cuando ya Carlos Carmona entraba para embocarla. Aún así el Reus no le perdía la cara al partido. Lekic volvía locos a los centrales rojiblancos, dando una clase magistral en el verde gijonés. Peinaba balones, controlaba y bajaba, fijaba a los centrales… En un balón largo, lo peinó para Fran Carbià que se coló entre los 2 centrales del Sporting. Fede Barba intentó llegar en la cobertura, pero el jugador tarraconense logró sacarse un disparo mordido que Mariño rozó ligeramente para mandar al larguero. Fue sin duda la ocasión más clara del Reus en el primer tiempo.
La pegada rojiblanca decanta la balanza
En el primer cuarto de hora, el Reus ya dejó claro su peligro a balón parado. Tras varios saques de esquina forzados por Lekic, Yoda remató dos veces solo por encima del larguero. Pero la pegada ofensiva del Sporting, pocos equipos la tienen en esta liga. En el minuto 19, en una jugada sin demasiado peligro en principio, Hernán abre para Calavera en banda. Como si de una triangulación de videojuego se tratase, juega con Carmona que le hace una pared de tacón para que Jordi llegue justo sobre la línea de fondo, la ponga al primer palo y Nano Mesa la mande al fondo de la red. El canario anotaba su segundo gol con la elástica rojiblanca, ambos en El Molinón.
Tras varios minutos en el que el partido bajó el ritmo, en el minuto 28, un córner botado por Ledes lo atrapa Mariño y, sin dudarlo, lanza en largo hacia banda izquierda. Jony a duras penas consigue impedir que el balón salga, y encara a Alex Menéndez que le derriba, suponiendo la amarilla para el lateral gijonés. A raíz de esta jugada, el Sporting enlaza 3 balones colgados que la defensa del Reus consigue despejar sin demasiados problemas. Tras el último, cede un córner que supondría el 2-0 en el marcador. Rubén bota el saque de esquina raso al primer palo, mientras Guitián y Alex Bergantiños hacen sendos bloqueos a sus defensores, y Carmona entra desde atrás para batir al portero por bajo, pegada a la base del primer palo.
Los siguientes 10 minutos, fueron un monólogo rojiblanco. Jony encaró a Miramón para poner dos balones entre la defensa y el portero que a duras penas consiguieron sacar. Por su parte, Rubén lo intentó con un disparo desde la frontal que se fue lamiendo el poste. Poco antes del descanso, el Reus se acercó de nuevo a la portería local por medio de un disparo de Alex Menéndez desde fuera del área y un remate de Yoda a la salida de un córner, ambos sin peligro por encima del arco de Mariño.
López Garay vira el rumbo del partido con un cambio tras el descanso
Pero, como si de un partido nuevo se tratase, todo cambió tras el intermedio. López Garay dio entrada a Carbonell para meter más frescura al medio del campo, y esto dinamitó el partido. A los 4 minutos de la reanudación, un córner botado por Ledes lo remata al larguero Atienza. El rechace queda muerto en el área pequeña, y es Olmo el que lo manda al fondo de las mallas con un remate de cabeza en plancha. 2-1 y los nervios comenzaron a aparecer en El Molinon.
En el minuto 57, Lekic dio un buen susto a la parroquia rojiblanca. El ariete ex del Sporting, cazó un centro lateral en el punto de penalti tras adelantarse a Guitián y lo batió a Mariño. Por un pie, el línea decretó fuera de juego. A partir de entonces, el Reus se dedicó a colgar balones al área rojiblanca. Primero Carbià, con un remate de cabeza a las manos de Mariño tras un centro lateral, y luego Mayor cazando el balón a la salida de un córner, helaron a El Molinón. También Yoda tuvo sus ocasiones. Dos balones recibidos en el pico del área, con sendos recortes a Canella, acabaron en las manos de un Diego Mariño que no tuvo su tarde más plácida.
Los cambios sportinguistas no dan con la tecla
La entrada de Nacho Méndez por Hernán no dió sus frutos. La idea de intentar contener las oleadas del Reus y cohesionar a un equipo roto no prosperaron y no pudo hacerse con el medio del campo, la superioridad del Reus era manifiesta. El Reus incidió en el poderío aéreo con la entrada de Mayor por Carbià ganando centímetros. Esto, unido al peligro manifiesto de los visitantes a balón parado, precipitó la entrada de Pablo Pérez por Rubén en el Sporting. El Molinón, respondió a la petición de los jugadores y sumó uno más ante las acometidas rivales.
Desde entonces hasta el final del partido, el Reus bombardeó el área local, que solo pudo quitarse la presión en dos internadas por banda. En la primera Jony encaró al lateral pero su autopase se fue largo y en la segunda fue Pérez el que, a trompicones, consiguió llegar a línea de fondo y colgar un balón que la defensa sacó a córner. Claro está que el de hoy, no fue el mejor partido de Jony desde que volvió a Gijón. Lento, errático, y pecando de individualista, el cangués se resintió de la lesión que arrastró esta semana al final del partido, quedando descolgado y ocupando Pérez el interior izquierdo.
La última ocasión clara llegó en el 87, en otro córner botado por Ledes, que Carbonell remató sólo desde el punto de penalti. El balón se fue por el lateral.
Sufrida victoria del líder ante el «Tourmalet» que les viene
El partido deja un amargo sabor de boca en el templo gijonés. El equipo sacó adelante una sufrida victoria con una mala segunda parte, donde se vio claramente superado. Pero los viejos fantasmas de esta temporada volvieron a sobrevolar tierras asturianas. Sin ideas, ni posesión, ni velocidad, el equipo no mostraba sus rasgos. Además, a balón parado el sufrimiento era más que palpable. Aún así, el equipo se mantiene líder empatado a puntos con el Rayo, con 7 victorias seguidas y 9 victorias seguidas en casa. Las dos próximas jornadas serán vitales para sus aspiraciones, con dos partidos a domicilio ante rivales directos. Primero visitará el Nuevo José Zorrilla para enfrentarse al Real Valladolid. La semana siguiente será el turno de cruzar España para enfrentarse al Cádiz en el Carranza.
El Reus a seguir remando para alcanzar la salvación
Respecto al Reus, el equipo se va de El Molinón con un buen sabor de boca, pero con la sensación de haber podido, al menos, arañar un punto. Un equipo que fuera de casa no ha transmitido buenas sensaciones en toda la liga, a plantado cara y encerrado al líder en su estadio, donde llevaba 8 victorias seguidas. Ahora recibirá la semana siguiente a otro «coco», el Cádiz. Con los resultados de esta jornada, la zona baja se pone al rojo vivo, y el Reus necesita aún 9 puntos para certificar la permanencia.
