GP de China – Un minuto separa la gloria del desastre

Tal y como dijo Toni Cuquerella en la retransmisión en Movistar F1, “llevamos 3 ¡y que 3!”. El GP de China nos dejó otra carrera emocionantísima hasta el final, con una victoria espectacular de Daniel Ricciardo gracias a la estrategia “al ataque” que realizó Red Bull. Después de tres carreras algunas alarmas empiezan a encenderse. Y ¿qué pienso yo de todo esto? Vamos a ello.

A un minuto del desastre

Un minuto. Es el tiempo que faltaba para finalizar la Q1 del GP de China cuando el Red Bull de Daniel Ricciardo empezó su única vuelta cronometrada de esa sesión. El motor del monoplaza dijo basta en la última sesión de libres y el equipo de mecánicos trabajo sin descanso hasta lograr reemplazar el propulsor. Y lo consiguieron. Llegan a tardar solo un minuto más y no conseguían pasar de ronda. Ricciardo habría salido al final de parrilla (o seguramente, desde pit lane) y la victoria que nos brindó a todos el domingo no habría sido posible.

Ser hater de Ricciardo debe ser muy duro. Es muy difícil no estar a favor de un piloto tan carismático como lo es el australiano. No solo eso. Ha demostrado una y otra vez en la pista que tiene cabeza. Una cabeza que sabe controlar los momentos de carrera y sabe cuándo debe lanzarse y cuando soltar el pie. Ricciardo sabe adelantar. No como su compañero…

La cruz es Max

Volvemos a 2015. Incluso creo que en 2015 no había tanto problema. Ricciardo no habría ganado el GP de China si Max Verstappen hubiera tenido más cabeza. Una cabeza que parece que no está utilizando en esta temporada. Llevamos tres carreras y, en cada GP, Max ha pecado de incauto y ha acabado fastidiando su carrera (por decirlo de una buena forma). Red Bull tiene mucha paciencia con el joven piloto holandés, que ya no es un novato.

En el GP de China no solo fastidió su carrera, si no que hizo que Sebastian Vettel acabara octavo después de romperle el fondo plano en el toque que provocó el holandés al querer pasar por donde no había espacio. El damnificado fue Vettel, pero pudo haber sido Hamilton unas vueltas antes.

Helmut Marko se dirigió a Max nada más acabar el Gran Premio. Red Bull no debe estar muy feliz. Han perdido una gran cantidad de puntos estas primeras carreras por culpa de la agresividad desmedida de Max.

Parece mentira que lleve desde 2015 en la Formula 1. Parece mentira que siga cometiendo estos errores cuando parecía que ya no los cometía. Se calmará, eso seguro, porque tiene un gran talento digno de un campeón del mundo y no debe comportarse como un novato de 17 años.

Hamilton, ¿estás ahí?

Si no llega a ser por el octavo puesto de Vettel, provocado por lo anteriormente mencionado, Hamilton habría vuelto a perder puntos respecto del líder del campeonato. Este no es el Hamilton de las últimas temporadas. Cuando no le va rodo de cara al inglés, se viene abajo fácilmente. Eso demuestra los mensajes de radio. Únicamente quejas respecto a todo. La última vez que recuerdo a un Hamilton así fue en el mundial que le ganó Rosberg.

Aún queda mucho. Llegará Europa y el panorama cambiara, pero no es agradable ver a un campeón del mundo sin luchar. Pocas veces he visto a Hamilton en Mercedes no luchar por la pole, y en dos Grandes Premios seguidos no lo hemos visto.

Para la emoción, es lo mejor que nos podría pasar. Ferrari está fuerte y lo demuestra los sábados, con dos primeras filas completas consecutivas, algo que no se veía en muchos años. Otro motivo donde vemos la fortaleza de los italianos es con Kimi. El finlandés es un grandísimo piloto, pero que no se adapta a los coches. El coche se debe adaptar a él. Y viendo lo rápido que se ha visto en las tres primeras carreras, Kimi si ha adaptado muy bien al Ferrari.

Lástima del toque de Vettel. Se ha ajustado aún más el campeonato. Nos vamos a divertir mucho esta temporada.

Una zona media apretada no, lo siguiente

Sainz volvió a puntuar. Después de no lograrlo en Bahréin, en el GP de China cosechó un noveno puesto. Aún tiene que adaptarse más al Renault, sobre todo si quiere quedar por delante de su compañero.

Hulkenberg está muy cómodo en su monoplaza. Es un gran piloto y se está viendo que puede llegar a ser muy rápido. Una carrera solida le hizo colocarse entre los primeros de los mortales. Puesto que no han podido repetir los Toro Rosso, que no han traído los deberes hechos en China.

McLaren sigue viéndose muy lento en clasificación. No se acercan a Q3. Esta temporada no se han clasificado todavía. Pero es un coche de domingo. Los domingos, ambos pilotos mejoran su clasificación de salida. Fernando Alonso acabó séptimo. Un séptimo que pudo haber sido un poco más si llega a parar una vuelta más tarde, puesto que justo después salió el Safety Car.

No hay que sacar de contexto el adelanto que logró el español frente a Vettel. El Ferrari estaba dañado y Alonso llevaba mejores neumáticos, más frescos que el alemán. Aun así, fue un momento que todo aficionado quiere volver a ver más habitualmente.

Madrugones que merecen la pena

Las carreras asiáticas son complicadas para los aficionados europeos. Los madrugones en domingo nunca son una alegría, salvo que nos encontremos con carreras como la que vimos el domingo. También es verdad que esa emoción vino con el Safety Car provocado por los dos Toro Rosso. Antes de eso, la carrera estaba muy tranquila, con la lucha estratégica entre los equipos de cabeza.

La estrategia de ataque de Red Bull nos dio emoción hasta el final. Una emoción que echábamos de menos en la Formula 1. Ahora apetece aún más levantarse a las 7 de la mañana un domingo para ver una carrera. Una sensación que yo, personalmente, había perdido.

Esperemos que esto continúe hasta final de temporada. Que las 21 carreras que tiene el mundial sean dignas de recordar, como lo ha sido el GP de China. La emoción ha vuelto a la Formula 1, ahora ya lo podemos asegurar.

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