Una carta abierta sobre mujeres entrenadoras

En ciertas ocasiones, el deporte trasciende fronteras, y la NBA y sus jugadores son un ejemplo perfecto de cómo ir más allá de lo meramente baloncestístico parar abordar temas de relevancia social. Tras apoyar de manera general aspectos como la igualdad racial en Estados Unidos, uno de los nuestros, Pau Gasol, ha decidido alzar la voz para apoyar la posible contratación de una entrenadora en la NBA.

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Con motivo de los recientes rumores en los que se ha relacionado a Becky Hammon -ex jugadora de la WNBA, y de distintas ligas europeas (entre ellas la española), además de entrenadora asistente de los Spurs- con el puesto de entrenador jefe de los Milwakee Bucks, Pau Gasol ha decidido escribir unas líneas sobre ella y sobre mujeres entrenadoras.

Una iniciativa que desde esta web apoyamos, por lo que hemos decidido traducir íntegramente dicha carta, publicada en The Players Tribune.

Pau Gasol – San Antonio Spurs – 11 mayo de 2018. (Una traducción de Alen Martín, @alenmartin95)

Me gustaría contaros algo sobre mis padres.

Crecí en las afueras de Barcelona, el niño de dos exitosos profesionales. Mi padre era enfermero, y mi madre doctora. Naturalmente, estudié ciencias – y después del instituto estuve un año en la escuela de medicina, antes de, eventualmente, dedicar todo mi tiempo al baloncesto. A veces me pregunto qué hubiera pasado si hubiera continuado en dicha escuela y hubiera seguido los pasos de mis padres.

Recuerdo como las personas a menudo confundían que mi padre era el doctor, y mi madre la enfermera – pasaba más a menudo de lo que debería, en mi opinión. Para mí, que mi madre fuese una exitosa doctora… era simplemente lo normal. Y no me malentiendan: yo también admiraba el trabajo duro de mi padre y su empleo. Pero crecí sabiendo que mi madre fue parte de una escuela y de un programa más riguroso, y que, por tanto, ella obtuvo el trabajo más prominente. Aquello no era raro, ni significaba juzgar en ninguna dirección. Simplemente era la verdad. Y era algo que dábamos por sentado.

Mientras crecíamos, mis hermanos y yo siempre admiramos este estándar establecido por nuestros padres.

Y ahora que soy un adulto, y deseando yo mismo ser padre en el futuro cercano, me doy cuenta aún más de la suerte que tengo por haber sido criado bajo ese estándar. Es un modelo en el cual la única pregunta que merece la pena preguntarse – no es si eres la persona «adecuada» para el trabajo. En cambio, es si eres la persona mejor cualificada para el mismo.

En 37 años, puedo afirmar honestamente que nunca he pensado en mi madre como una «mujer» doctora.

Para mí, simplemente ha sido… una doctora.

Y una muy buena, por cierto.

La razón por la que quería comenzar hablando sobre mis padres, es porque su historia me hace pensar sobre la NBA de hoy en día. Específicamente ahora, en el septuagésimo segundo año de su historia, nunca ha habido una mujer entrenadora. Incluso más concretamente, me hace pensar en Becky Hammon: una entrenadora que ha sido el centro de muchas conversaciones últimamente, y para quién he tenido la oportunidad de jugar en San Antonio.

Pero si pensáis que estoy escribiendo esto para demostrar porqué Becky está cualificada para ser entrenadora jefe … bueno, os equivocáis. Esa parte es obvia: Uno, era una gran jugadora – con una mente de base de élite respecto al juego. Y dos, ha sido una asistente exitosa para el que puede ser el mejor entrenador del mundo. ¿Qué más necesitáis? Pero como he dicho – no estoy aquí para probar ese argumento. Rebatir en nombre de la entrenadora Hammon sería sobreprotector. En mi opinión, sería raro que los equipos de la NBA no se interesasen en ella como entrenadora jefe.

Lo que me gustaría hacer, sin embargo, es desmontar algunos de los argumentos tontos y puntos de conversación en contra de la candidatura de la Coach Hammon – y la idea en general de una entrenadora en la posición de entrenador jefe – que he leído por ahí.

El argumento que veo más a menudo por ahí es por suerte el más fácil de refutar: La idea de que, al máximo nivel baloncestístico, una mujer no es capaz de entrenar hombres. «Sí, las entrenadoras están bien para entrenar baloncesto femenino universitario, o la WNBA,» el argumento continúa. «¿Pero a NBA? La NBA es differente.»

Primero, tengo que decirlo: Si vas a hacer dicho discurso a alguien que de hecho ha jugado baloncesto a alto nivel, vas a parecer realmente ignorante. Aunque tengo una respuesta simple para ello – la cual es que he estado en la NBA durante 17 años. He ganado dos campeonatos … he jugado con algunos de los mejores jugadores de esta generación … y he jugado para dos de las mentes más perspicaces de la historia del deporte, Phil Jackson y Gregg Popovich. Y os lo aseguro: Becky Hammon puede entrenar. No os digo que lo pueda hacer muy bien. No os digo que lo puede hacer suficientemente bien. No afirmo que pueda entrenar casi al nivel de la mayoría de hombres entrenadores. Estoy diciendo: Becky Hammon puede entrenar en la NBA. Punto.

Os contaré rápidamente una historia para ilustrar mi punto de vista. Este año, en un entrenamiento hace unos meses, estaba prácticando el pick-and-roll con Dejounte Murray. Era un ejercicio estándar, simplemente los dos solos en una canasta. Yo pondría el bloqueo para abrirme a tirar o para continuar al aro. Si me abría, Dejounte me daría un pase de pecho. Si continuaba al aro, un pase picado. Como he dicho, un ejercicio normal – lo haremos millones de veces.

Pero lo que recuerdo de este ejercicio en particular fue que, en algún momento durante el mismo, Coach Hammon nos detuvo mientras lo hacíamos. Hammon, Borrrego y Messina andaban por allí, y Becky le dice a Dejounte, «D.J, O.K – tu pase picado? Es demasiado bajo. Necesitas dárselo a Pau en el lugar adecuado. Inténtalo de nuevo.» Luego hablamos todos en grupo de cómo necesitaba recibir el balón de manera más precisa, con un poco más de altura, para que pudiese finalizar mejor la acción en el aro. Entonces repetimos la práctica unas cuantas veces, alternando ambos lados de la pista. Por supuesto, Dejounte siendo Dejounte, él aprende rápido – y en poco tiempo lo estamos haciendo correctamente. Pero hay algo sobre ese momento que se ha quedado en mi mente. Simplemente, el nivel de conocimiento del juego que Becky mostró, ¿sabes a lo que me refiero?

Se dio cuenta de un pequeño detalle pasando por allí – y entonces en un instante localizó el problema y la solución. Y no solo eso, y es que fuimos además capaces de comunicarnos los unos con los otros en un modo en el que conseguimos el resultado que necesitábamos. Es un buen recordatorio, yo diría, de la importancia de la comunicación entre miembros del equipo – especialmente a nivel NBA. Creo que no recibí un mal pase suyo en el resto de la temporada.

Otro razonamiento que he leído por ahí – quizá incluso más estúpido que el anterior – es que Becky llegó a su posición actual porque tenerla en el staff daba «buena prensa» a los Spurs.

¿Qué?

Enserio: ¿Qué?

No. Estamos hablando de la NBA – un negocio donde hay un montón de dinero en juego, y poca paciencia para la mediocridad. Además hablamos de los San Antonio Spurs, una de las franquicias más exitosas de este siglo: un sistema que ha producido David Robinson, Tim Duncan, Manu Ginóbili, Tony Parker – por mencionar solo a los miembros del Salón de la Fama. Este es un equipo que ha ganado 50 o más partidos durante 18 temporadas consecutivas, y cinco campeonatos en los últimos 20 años.

¿De verdad esperáis que Popovich desarrolle su staff de una manera diferente a la  que desarrolla a sus jugadores? Por supuesto que no.

El único estándar de Pop para hacer algo está relacionado con si nos ayudará de determinada manera … y no  es conseguir buena prensa.

Es conseguir victorias. Y conseguir esas victorias de acuerdo a la identidad de los Spurs.

O.K – Y una cosa más. Es casi una estupidez incluir esto aquí … pero al mismo tiempo, creo que es también muy relevante. Es sobre algo de esta liga, en un marco general, que he estado pensando bastante últimamente.

Es la idea de que, si hubiera entrenadoras en la NBA, habría cierto tipo de … «incomodidad en el vestuario».

Quizá te parezca una broma al leerlo. Y lo entiendo. Es ridículo. Pero creo que merece la pena tomarlo seriamente también, por un momento – simplemente en lo referente a lo embarazoso que es para nosotros como parte de la liga, que haya gente que de hecho hable de ello.

Primero, porque el asunto en sí mismo es un mito. Dame un respiro. No hay realmente nada que decir sobre ello. Los jugadores se visten en cierta área y los entrenadores se visten en cierta área. ¿O.K? Y sí, estoy seguro, dentro del área de los entrenadores, Becky tiene su espacio privado. El asunto es que los entrenadores no comparten espacio con los jugadores mientras estos se cambian. Es algo que no pasa. Así que todo lo que puedo deciros es que desde hace una década y media de experiencia … esta línea de pensamiento es realmente ridícula. En cuanto al vestuario, y en cuanto a estar entre bastidores, no hay diferencia práctica en esta liga entre tener un hombre o una mujer como entrenador.

Pero también creo que esto va más allá, cuando ciertas personas articulan este alegato – en cierto modo realmente me molesta. Está relacionado con esta idea de que … estamos haciendo grandes avances en la sociedad, en lo referente a la consciencia social, y haciendo esfuerzos por ideas como la diversidad y la igualdad, y simplemente creando un mundo más inclusivo … en cierto modo los deportes deberían ser una excepción. Es el pensamiento por el que algunas personas consideran que los deportes deberían ser esa idealización en la que está bien ser cerrado de mente – como una burbuja para nuestra peor ignorancia. Y que los atletas, si tenemos cualquier tipo de problemas con cómo son las cosas, debemos (como el dicho explica) » concentrarnos en los deportes».

Así que cuanto veo estos argumentos – o incluso bromas – de que no deberíamos tener mujeres entrenadoras en la NBA por situaciones «de vestuario» o lo que sea … supongo que simplemente me recuerda que, por mucho progreso que hayamos conseguido como liga en los últimos años … todavía nos quedan pasos por recorrer. Porque seamos sinceros. Hay luchas por el incremento de diversidad de género en el lugar de trabajo en casi todas las industrias del mundo. Es lo que se espera. Y más importante – es lo correcto. Y aún así en la NBA no debería ser así porque algunos fans están dispuestos a no tomarnos enserio … ¿porque somos «deportistas»?

Espero que no.
Espero que la NBA nunca se sienta satisfecha con ser considerada «una liga deportiva». Esforcémonos por ser una empresa de cualquier ende.

La semana pasada, no se si os enterasteis, pero los Suns contrataron al primer entrenador europeo de la historia de la NBA, Igor Kokoskov.

Desde luego, esta fue una gran noticia para la liga. Pero a nivel personal … tengo que decirlo: fue un momento muy especial para mi. Han sido 17 años desde que fui drafteaado – y todavía puedo recordar los comentarios de algunos en aquel momento. Oh, no puedes elegir a un europeo en el número 3 del draft. Es una locura. Quizá más tarde en la primera ronda, sí. Este chico tiene talento después de todo. ¿Pero top-5? Top 5 … estás buscando un jugador franquicia. Alguien con instinto asesino, y capacidades de liderazgo. Y estos chicos europeos – con blandos, hombre. No, no puedes elegir a este chico en el número 3.

Y por supuesto me eligieron en el número 3. Ahora, ves como los jugadores europeos salen elegidos en altas posiciones en el draft todo el tiempo. Es muy ordinario Este año, con Luka Doncic, quién sabe – quizá sea otro número 1 que viene desde Europa.

Y es lo mismo con los entrenadores. Al principio, ningún equipo de la liga contrataba asistentes extranjeros. Entonces algunos equipos innovadores empezaron a hacerlo … y tienen éxito. Entonces otros equipos comenzaron a hacerlo. Y ahora Igor tiene el puesto de entrenador jefe en los Suns.

Y no quiero comparar a Igor con Becky, porque no creo que sea exactamente lo mismo. Pero creo que esto es algo bonito, ya sabes, ver a la NBA reflejando las luchas sociales del mundo en general. Porque es un mundo enorme, ¿no lo es? Y creo que cada vez que puedas expandir tus horizontes hacia algo nuevo y con significado … solo te puede convertir en una persona mejor.

Es por lo que estoy tan animado por ver que esta liga tome la iniciativa en temas tan importantes. Lo veo cuando nos unimos por algo tan urgente como Black Lives Matter … lo veo cuando tipos como DeMar (DeRozan) y Kevin (Love) elevan sus voces para hablar sobre el bienestar emocional … lo veo cuando Adam Silver, nuestro comisionado, marcha en un desfile por el orgullo LGBTQ … lo veo cuando MVPs como Steph y LeBron muestran al mundo que nadie es demasiado famoso para usar sus plataformas para luchar por lo que creen … y por supuesto lo veo cuando una franquicia como los Bucks está dispuesta a darle una entrevista por su vacante en la posición de entrenador jefe a un candidato que – hombre o mujer – se lo merece.

Lo veo por todos lados en esta liga, y me llena de orgullo.

Porque para mi, esta liga – es mi familia. Y una de las cosas que viene cuando formas parte de una familia … es que tienes la oportunidad de ser críticos los unos con los otros. Puedes decir las cosas tal y como son. Porque al final del día sabes que todo es amor.

Así que lo que le diría a mi familia de la NBA ahora mismo, creo, es Hey – continuemos el buen trabajo. Estemos orgullosos.

Pero no estemos satisfechos.

Reconozcamos que una protesta no significa que hayamos resuelto el problema de la falta de igualdad racial en el país. Un desfile no implica que estemos haciendo todo lo posible por el movimiento LGBTQ. Y una entrevista para el puesto de entrenadora no significa que hayamos resuelto el problema de la diversidad de género en el espacio de trabajo.

Una liga complaciente podría admirar estos logros – y estar cómoda diciendo, O.K, lo hemos conseguido, hemos terminado. Pero la NBA no es una liga complaciente.

Es una gran liga.

Y para mí, una gran liga echaría un vistazo y diría, hemos recorrido un largo camino, y hemos demostrado un gran crecimiento, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Una gran liga diría, sí, estamos progresando – pero esta no es la línea de meta.

Esperen y vean. Esto es solo el comienzo.

Pau Gasol

@alenmartin95

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