El Obra consigue su tercer triunfo consecutivo
Tercera victoria en las tres últimas jornadas para el Monbus Obradoiro, que se ha lucido ante una afición que seguía celebrando la permaencia superando al Real Betis Energía Plus (89-70). Los béticos se quedan sin opciones matemáticas de permanencia
Tercera victoria consecutiva del Monbus Obradoiro encadenó en un entorno festivo que disfruto de la superioridad de su equipo en todo momento. Un equipo que sigue soñando con alcanzar uno de los puestos que dan derecho a jugar competición FIBA, tras arrollar al colista Real Betis Energía Plus (89-70), que consumó su descenso matemático en el Multiusos Fontes do Sar.
El equipo verdiblanco demostró por qué es el colista de la Liga Endesa. Cometió numerosas pérdidas de balón -11 en el primer tiempo- y llegó con vida al descanso gracias únicamente a la efectividad del británico Luke Nelson, letal desde la línea de tres puntos.
El Monbus Obradoiro falló hasta ocho triples en el primer cuarto y él metió tres en solo cuatro minutos. Suyos fueron los primeros nueve puntos de un Real Betis Energía Plus incapaz de frenar al ucraniano Artem Pustovyi, dominador en las dos zonas.
El equipo gallego, pese a mostrarse muy errático en ataque, jugó con pequeñas ventajas (14-11, 19-16) hasta que en el arranque del segundo cuarto el Real Betis Energía Plus, más por los errores del rival que por su acierto, se puso por delante. Fue un espejismo. Dos triples consecutivos –Alberto Corbacho y David Navarro– y la vuelta a pista de Pustovyi y Matt Thomas dispararon al Monbus Obradoiro, que se distanció con un parcial 10-0 en seis minutos.
Javi Carrasco, técnico del Real Betis Energía Plus, paró el choque tras una nueva canasta de Thomas (31-22, min.16). El Monbus Obradoiro estaba soberbio en defensa pero demasiado fallón en ataque y eso evitó que llegase al descanso con una ventaja mucho más amplia (38-27).
Una ventaja que el Monbus Obradoiro, explotando las pérdidas del Real Betis Energía Plus, aumentó hasta los 22 puntos antes de alcanzar el ecuador del tercer cuarto, obligando a Carrasco a pedir dos tiempos muertos prácticamente seguidos. Su equipo estaba hundido y el Monbus Obradoiro no se relajó hasta los últimos minutos.