El Lucho marca la diferencia
Un solitario gol de Luciano Vietto marcó la diferencia entre dos equipos que buscaron la victoria sin muchas ataduras tácticas y con algunos de los menos habituales sobre el césped de Montilivi
El Lucho Vietto fue el gran protagonista del partido junto con Jaume Doménech con sus paradas y Eloi Amagat, el eterno capitán del Girona por su despedida de su público y del fútbol en activo tras haber pasado por las 4 categorías en el seno del equipo catalán. Desde 3ª División, hasta llegar al más alto nivel.
El partido tuvo un juego alegre y sin muchos miramientos tácticos, con dos equipos con sus objetivos sobradamente cumplidos y con varias bajas en ambos conjuntos lo que provocó cierta pérdida del orden táctico del que tan amantes son ambos entrenadores.
Los primeros compases del encuentro fueron de mucho juego en el centro del campo pero con pocas llegadas con peligro real a ninguna de las dos áreas. Alguna escaramuza de Ferran , demostrando cada día más y mejor todo el potencial que se le presupone a un jugador que ha ido quemando etapas a una gran velocidad y que ya está asentado en la primera plantilla del Valencia CF, junto con la velocidad y desequilibrio en las contras por parte de Guedes fueron las principales armas esgrimidas por los blanquinegros en la primera parte. Por parte del Girona, eran Mojica con sus llegadas y Stuani y Lozano con su siempre inquietante presencia en el área y su encomiable actitud de presión y búsqueda del remate los único que pusieron en algún apuro a Jaume Doménech, que contestó siempre con buenas actuaciones y transmiendo tranquilidad a sus compañeros en la zaga.
En la segunda parte los equipos fueron haciéndose cada vez más largos con lo que los espacios eran cada vez mayores y poco a poco, el partido fue adquiriendo tintes de correcalles, aquello que tanto divierte al público y tan poco gusta a los entrenadores. Fue una de esas contras la que protagonizó Vietto, que cruzó todo el campo sin que ningún rival le saliera al paso hasta la frontal del área, desde donde lanzó un zapatazo que llegó al fondo de la red.
A partir de ahí, el Girona, espoleado por su público, intentó subir su línea de presión y aumentar la intensidad de su juego para equilibrar de nuevo el marcador pero las fuerzas ya no son las que eran, ni los movimientos tan coordinados. Aún así, los de Pablo Machín dispusieron de varias para haber puesto las tablas en el electrónico. La más clara fue un remate al palo ante el que el Gat d´Almenara solo pudo mirar.
Poco a poco el partido fue muriendo y perdiendo ritmo y el Girona pasó de empujar con la cabeza a hacerlo solo con el corazón, el empuje y la garra, cosas que no fueron válidas para superar a este Valencia que interrumpe su mala racha y recuperar su mejor versión en cuanto a eficacia en ambas áreas.
Fiesta en la grada gironista por la despedida de Eloi Amagat y por poner un buen broche a una temporada brillante por parte de los locales que fueron perdiendo fuerza desde que su objetivo de la Liga se consiguió muy prematuramente.
Foto destacada vía: Superdeporte.es
@VicentSarrion