El Racing cierra la temporada 2017/18, la del fracaso

El Racing de Santander culmina una temporada desastrosa, la peor en los 105 años de historia del club, de la peor forma posible. No solo no logra el objetivo del ascenso, si no que no ha sido ni capaz de acabar entre los cuatro primeros de su equipo. Ni la directiva ni Ángel Viadero ni Carlos Pouso ni los jugadores supieron llevar a este equipo al ascenso, que considerado como fracaso absoluto.

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Fracaso, desastre, vergüenza. Muchas palabras pueden describir la temporada de un Racing de Santander irregular, deprimente, poco solvente, que pese a estar la mayor parte de la temporada en puestos de playoff, se ha visto superado por cuatro rivales logrando así quedarse solamente en la quinta posición, sin opciones de ascenso en mitad de Mayo.

Algo que se preguntará mucha gente, como un equipo como el Racing, con su nombre, con el presupuesto, con lo que representa su afición sobre todo en Segunda B, no haya sido capaz de colarse entre los cuatro mejores del Grupo II de la Segunda División B para tener opciones de subir. Seguramente fuera de la región resultará sorprendente pero para los que hemos seguido al Racing y los aficionados de equipos rivales que han visto a este equipo por sus campos a lo largo de la temporada no creo que les extrañe mucho.

La temporada no iba a ser para nada sencilla. El Racing perdía el ascenso la temporada pasada en la última eliminatoria de la playoff, concretamente el 26 de Junio, empatando a cero contra el Barcelona B sin poder remontar el abultado resultado de la ida. Lógicamente, fue un palo muy duro pero no había tiempo para la relajación. La siguiente temporada empezaba mes y medio después y el Racing comenzó la pretemporada un mes, apenas 3 semanas de vacaciones. Era el tercer año en Segunda B, Ángel Viadero seguía, pesos pesados seguían pero los fichajes, que a lo largo de la temporada se demostró, no fueron los acertados.

Y es que el Racing se ha caracterizado este año por la irregularidad. Por que no había una racha buena de resultados, por que cuando ganaban dos partidos el siguiente no, y si se ganaban cuatro, luego llegaban tres pinchazos seguidos. Así fue la primera vuelta. Dos primeras victorias y tras ellas dos derrotas contra los que a la poste iban a ser rivales directos, Mirandés y Sporting B. Tras esto llegaban las victorias por la mínima en casa y los pinchazos fuera como los empates contra el Izarra y Vitoria y la derrota frente al Amorebieta.

Llegando así a octubre, Ángel Viadero jugaba su primer match-ball. El equipo no ofrecía buen juego y mucho menos resultados y el primer puesto ya empezaba a alejarse. Por suerte el equipo mejoró al menos en resultados logrando cuatro victorias consecutivas, Burgos, Caudal, Lealtad y Osasuna B, estos tres últimos de la zona baja y que terminaron descendiendo. Un mes de noviembre en el que parecía que el equipo cántabro mejoraba, algo que volvió a las andadas el mes de diciembre.

El Tudelano robaba dos puntos en el último minuto de El Sardinero, Ñoño marcaba un doblete con el Logroñés para derrotar al Racing y sin ser capaces de marcar un gol a la Real Sociedad B en un campo encharcado, Viadero volvió a estar en la cuerda floja a finales de primera vuelta, algo que solventó el último partido contra el Real Unión, venciendo y comiendo el turrón en Santander.

En enero vinieron los nuevos fichajes como Franco Acosta, Adán Gurdiel y Borja Lázaro. De los que solamente este último dio algo más de rendimiento al equipo. La segunda vuelta tenía que ser un cambio para el Racing pero el equipo dio su peor imagen en Getxo cayendo por 3-1. Derrota que, tras la vuelta de vacaciones, no era esperada y fue dolorosa. Sin brillo vencieron al Gernika en casa y, pillando una mala racha del Mirandés y seguramente en el partido más serio del equipo, el Racing vence en Anduva y se acercaba al liderato. Algo que les bajó de la nube cuando el Sporting B pisó El Sardinero e hicieron como el filial del Celta la temporada anterior, mucho mejores y llevándose los tres puntos.

Mes de enero horroroso y lo peor estaba por llegar. El Leioa llegó a Santander y arañó un punto. Partido que puso fin a la era Viadero. Habiendo salvado dos ultimátum anteriormente, a la tercera fue la vencida. Aquí fue cuando llegó Carlos Pouso y empezó un Racing que mejoraba en casa pero que empeoraba fuera, lo que quiere decir, más irregular. Por que sí, el Racing era solvente en casa y El Sardinero parecía un fortín hasta el último partido, pero es que fuera de casa solo se logró una victoria en Villaviciosa. Pouso empieza empatando en Tafalla, no funcionó lo de entrenador nuevo, victoria segura.

También es verdad que a Santander venían equipos bastante asequibles, como son, por orden, el Izarra, el Vitoria, el Amorebieta, el Caudal, el Osasuna B y el más complicado Logroñés. Viendo estos equipos, lo más lógico es que el Racing, equipo gallo de la categoría y más en su estadio, los superase sin problemas como así fue. Pero el problema estaba fuera de casa. El 3-0 en Lezama contra el Bilbao Athletic y el 2-0 en Lasasarre contra el Barakaldo fueron palos muy duros pero totalmente justos porque se veía que el rival era superior. El primer puesto se alejaba y ya en Marzo solamente se pensaba en entrar en playoff.

Ya llegando al final todavía quedaban dos pinchazos más, primero en Burgos donde se veía que no se terminaba de arrancar y ya a 4 partidos del final al complicado Tudelano, fuera de casa y al Racing no le valía otra que ganar porque el playoff ya peligraba. El Racing empataba, algo que pese a que no quería creer era más que evidente y se quedaba con los mismos puntos que la Real Sociedad B.

Pues mira que casualidades te da el fútbol que precisamente el playoff se le jugaría el Racing en Zubieta, si ganaba era matemáticamente de playoff pero si no, no dependía de sí mismo la última jornada. Pues pasó lo visto toda la temporada, en el minuto 15 el filial ganaba 2-0 y el barco se había hundido. No había reacción y el Racing volvía goleado, dando una pésima imagen y con opciones muy remotas de entrar en playoff. Esas opciones remotas pasaban por primero ganar al Real Unión en casa. Cosa que tampoco se consiguió, la actitud era inaceptable y el rival fue superior. Algo que la afición echó en cara al final del partido sobre todo a los jugadores, quizás los menos culpables ya que los que gestionaron la plantilla habían dimitido tras el desastre en Zubieta.

Así cerro la peor temporada de su historia el Racing de Santander. Sin directiva, sin playoff y con una afición muy quemada. La irregularidad, la falta de solvencia, la desastrosa gestión deportiva, todo ello se juntó para que la situación en Racing ahora mismo sea muy complicada, tocado fondo, sin directiva, sin cuerpo técnico y con muchos jugadores que no seguirán.

Sin embargo, el club ya se ha puesto manos a la obra de la mano de José Luis Molina y Víctor Alonso. Este viernes 18 de Mayo, 10 años después de que el club logrará el acceso a la UEFA y ahora que está en el peor momento, sí pues justo hoy Iván Ania fue presentado como nuevo técnico racinguista. El asturiano viene de hacer una muy buena campaña con el Villanovense y llega con mucha ilusión y ambición.  “Quiero un equipo con carácter, ambicioso, dominador con el balón y ganador” Así ha llegado a Santander el técnico algo que ha caído muy bien y que esperan que tanto él como José Luis Molina planifiquen una buena plantilla para que a la cuarta sea la vencida. En las próximas semanas y con tiempo por delante, seguramente escucharemos bajas en el equipo y posiblemente algún fichaje.

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