El Real Betis vuelve a Europa
Después de varias temporadas deambulando por la zona media-baja de la tabla, con numerosas altas y bajas en la plantilla y bailes de entrenadores, el Real Betis logra el ansiado salto de calidad que se demandaba en Heliópolis y jugará la próxima UEL tras haber acabado en sexta posición, desplegando un juego vistoso en muchas fases del campeonato y siendo protagonistas con el balón
La fuerte inversión realizada en verano en la enésima remodelación de la plantilla, la recién acabada obra de Gol Sur aumentando la capacidad del estadio y la promesa del presidente Ángel Haro de marcharse si volvían a fracasar en la recién concluida temporada, situaban el objetivo de los verdiblancos en conseguir la clasificación a competiciones europeas. Y así fue: a tres jornadas de la conclusión del campeonato aseguraron, como mínimo, la séptima plaza y sería en el Gran Derbi de la penúltima jornada cuando lograrían el billete directo. A continuación, las claves de la gran temporada del Real Betis:
Un estilo reconocible
Si algo caracteriza a los equipos de Quique Setién, es su apuesta por sacar el balón jugado desde atrás, sin rifar una pelota y querer ser siempre protagonistas. A pesar de las dudas iniciales y los momentos malos de la temporada, el equipo siempre creyó en la idea que pregonaba su entrenador y esa convicción, unido a una serie de ajustes a mitad de campeonato, permitió a los verdiblancos progresar en su juego hasta ir enlazando victorias una tras otra.
Así, el equipo de las trece barras trató de monopolizar la posesión en todos sus partidos, sin importar el rival que esté delante y con dos conceptos bien interiorizados: paciencia y valentía. La paciencia para tocar y tocar moviendo al rival y esperando que se abrieran los huecos para poder hincarle el diente a su rival, además de ser valientes y no conformarse con nada y buscar siempre la portería del contrario.
Esta vez sí, los fichajes rinden
El cuadro andaluz llevaba varios veranos caracterizándose por ser una máquina de triturar jugadores: todos los veranos ficha en torno a 10 jugadores (más algún refuerzo invernal) para el siguiente echar a la mayoría y plantear una nueva revolución debido a su bajo rendimiento.
Esta vez, sin embargo, las apuestas de Lorenzo Serra Ferrer para esta temporada han salido bien en mayoría, ya que Barragán, Feddal (hasta su desgraciada lesión), Javi García, Guardado y Sergio León, más Bartra en enero, se hicieron indispensables para el técnico santanderino. Más irregulares fueron en sus apariciones tanto Cristian Tello como Ryad Boudebouz, quienes exhibieron sus cualidades durante momentos puntuales de la temporada sin terminar de afianzarse, mientras que Jordi Amat y, sobre todo, Víctor Camarasa no han rendido como se esperaba y se complica mucho su futuro en Sevilla.
Mención aparte tiene Joel Campbell, a quien sus recurrentes lesiones no han dejado ver en prácticamente toda la temporada.
La cantera, clave
A su llegada, Quique Setién manifestó que era un entrenador que apostaba por la cantera y en el Real Betis pretendía sacarle jugo y, bajo su mando, 8 futbolistas del filial participaron con el primer equipo: Juanjo Narváez, Julio Gracia, Redru, Aitor Ruibal, Pedro López, Junior Firpo, Francis Guerrero y Loren Morón.
Serían los 3 últimos quienes marcarían la diferencia para ayudar al equipo a entrar en Europa: Francis Guerrero tendría su gran oportunidad en el derbi de Reyes, sustituyendo a Barragán como lateral derecho, posición en la que ya se quedaría hasta final de curso y en la que brillaría hasta el punto de ser convocado por la selección sub21; a Junior le costaría entrar en la dinámica por una lesión en verano que ralentizó su debut, pero una vez que llegó, cogió el puesto para no soltarlo más, aportando goles y asistencias junto a la fiabilidad defensiva.
Finalmente, Loren Morón ascendería al primer equipo en el mercado invernal gracias a sus 17 goles en 2B y para evitar una posible fuga ante la proximidad del fin de su contrato. Su carta de presentación serían dos goles en su primer partido al Villarreal que valdrían 3 puntos y un total de 7 en su primera media temporada en Primera División, algunos muy importantes para la certificación europea.
Nombres propios al servicio del colectivo
Cuando un equipo logra acabar en la parte alta de la tabla, es porque se han hecho muchas cosas bien y todos o el grueso de la plantilla ha aportado su granito de arena, aunque evidentemente, unos jugadores han destacado por encima de otros pese al buen rendimiento colectivo, como Sergio León o Sanabria con sus goles, los 4 goles y las 8 asistencias Joaquín a sus 36 años, la jerarquía de Guardado o Fabián en el centro del campo o la seguridad de Adán.
No obstante, durante toda la temporada han ido variando los esquemas y los jugadores en las alineaciones de Setién, ya que jugara quien jugara había prácticamente una certeza de que iba a rendir y a llevar a cabo la idea planteada por su entrenador. Como dato revelador, de los jugadores de campo, solo se quedaron sin marcar Rafa Navarro, Barragán y Amat de los que empezaron y acabaron la temporada.
El éxito, gracias a cinco momentos
Según Robert Collier, el éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día a día y esa ha sido la filosofía llevada por el Real Betis para triunfar esta temporada. No obstante, hay 5 momentos en la temporada que son claves para entender la consecución del objetivo:
- La victoria en el Santiago Bernabéu. No solo por el rival y el lugar donde se ganaba, sino por ser toda una exhibición de los conceptos e ideas trabajados por su míster: más de 20 toques donde participan 10 jugadores del Betis. En el minuto 92.
- Las derrotas en Copa y Gran Canaria. Si antes destacó un momento positivo, ahora es totalmente lo contrario. El Real Betis se despedía de la Copa del Rey encajando una manita en casa frente al Cádiz y esa misma semana perdía en un paupérrimo partido en Gran Canaria, poniendo en riesgo todo lo construido.
- El derbi de Reyes: mucho llevaban los verdiblancos sin derrotar al vecino y este año se pretendía dar un golpe de timón. El resultado de 3-5 agitaba las aguas en Sevilla y daba un pequeño impulso a los heliopolitanos para creer en llegar a cotas más altas.
- Las llegadas de Bartra y Loren, junto al cambio de sistema: llegando al final del mercado invernal, el cuadro sevillano daba ficha del primer equipo al pichichi del B y traía a Marc Bartra con la intención de aumentar el nivel del equipo, siendo ambos indispensables en un nuevo dibujo planteado por su técnico para dar una vuelta de tuerca y seguir creciendo.
- 8 jornadas sin perder: todos los puntos anteriores derivaron en un acelerón del equipo en el último tercio de liga, donde estuvo 8 jornadas consecutivas sin perder, logrando alzarse hasta el 5º puesto y una plaza europea que ya no soltaría.
Ahora empieza un verano para desconectar, disfrutar de lo conseguido y recargar las pilas para una temporada aún más exigente, donde se quiere competir al 100% en las tres competiciones, para lo que será necesaria una ampliación y mejora de plantilla. De momento, son un secreto a voces los fichajes de Pau López, Takashi Inui y Sergio Canales y suenan nombres para reforzar prácticamente todas las posiciones, mientras que Rubén Castro, Dani Giménez o Rafa Navarro no seguirán, a falta de saber con quiénes cuenta el club para la próxima temporada. Serra Ferrer tiene trabajo por delante.