Un triste viaje a Tercera División y José Mari Echevarria
Este Domingo pasado, 27 de Mayo de 2018, la UE Llagostera volvía de Estella (Navarra) en el que posiblemente fuese uno de los regresos más tristes a los que este grupo y este club se hayan enfrentado en los últimos años. Pero también esta el otro regreso, el de una decena escasa de aficionados que seguimos creyendo en la salvación y que quisimos estar cerca para ver «otro milagro», pero el regreso se hizo igual de duro, amargo y largo. Una temporada en la que quizás no tuvimos suerte?, que quizás los Árbitros…?, o quizás las lesiones?, o un simplemente «esto es así» como me decía un entrañable José Mari Echevarria, socio del CD Izarra de unos setenta y pico, diría yo, que al finalizar el encuentro se nos acercaría visiblemente emocionado a darnos ánimos y a seguir porque «esto es así», y quienes somos para rebatir a una persona que ha visto tanto fútbol?.
El regreso
El viaje empezaba a mediados de Agosto, cuando la UE Llagostera recibía al CD Alcoyano en el primer encuentro liguero y con la vuelta del equipo al Municipal de Llagostera tras tres años disputando sus encuentros como local en el Municipal de Palamós- Costa Brava. Primera derrota (0:1) y el primer desliz en el retorno del equipo a casa. En un auténtico calvario se convertirían los encuentros disputados en casa, ocho derrotas, muchas de las cuales serían por la mínima, con una alarmante falta de respuesta por parte del equipo que sumada a la falta de gol se convertirían en una de las causas principales del descenso.
Empates con sabor a derrota
El miedo a perder lo conseguido y los minutos finales también ha sido un lastre para el equipo. Encuentros como el disputado contra el Valencia Mestalla con un 2:0 a favor, a falta de 20 minutos para el final y con superioridad numérica, acababa con un empate a 2 en el min.87. O el empate, también a dos tantos, frente al Deportivo Aragón donde el equipo vio como su placida ventaja por 2:0 se esfumaba en el min.86. Hasta siete empates cedería el conjunto blauivermell en su feudo. Otro dato menos importante ha sido la sangría de puntos en los últimos 15 minutos de encuentro y donde el conjunto de Óscar Álvarez se dejaría a lo largo de la temporada hasta 13 puntos.
Tímida reacción y grandes resultados
Durante la temporada el equipo gozaría de tímidas rachas positivas, dos victorias consecutivas frente a uno de los grandes como el Elche CF por 2:1, en una gran tarde de fútbol donde el equipo se sobrepuso al gol inicial de los Alicantinos y remontó hasta esa merecidísima victoria pasando por los trabajadísimos tres puntos frente a la UE Olot, 1:2. Tres jornadas sin conocer la derrota, 15ª, 16ª y 17ª, donde el casillero del conjunto Llagosterense sumaba 7 puntos.O la mejor racha del equipo en toda la temporada que se disparó hasta las seis jornadas sin perder, con una victoria histórica frente al CD Alcoyano en El Collao por 0:1 y culminando con un empate a cero goles en el Municipal de Llagostera frente un RCD Mallorca que acabaría pidiendo la hora. Pese a todo, la segunda mejor racha de la temporada con cinco jornadas sumando un total de nueve puntos no serían suficientes para evitar el playout.
Handicaps variables
Sin duda el descenso a Tercera División viene marcado por varias circunstancias,el más definido es el pobre bagaje de puntos conseguidos en casa, pero el equipo ha tenido en su cuenta goleadora uno de sus mayores problemas. 31 son los goles que ha sumado en su casillero la UE Llagostera, el cuarto peor registro de su grupo. A Gabarre, Leo y Pablo con seis tantos cada uno, se le suma su cuarto goleador que es Pitu con tres tantos. El eviterno capitán que ha sido una de las grandes ausencias durante gran parte de la temporada a causa de una lesión, lesiones que también han tenido influencia en el devenir de la temporada. Álex Colorado ha sido uno de los más castigados, un jugador que estaba llamado a ser una de las estrellas del equipo y que ha tenido que ver desde la grada gran parte de la temporada.
«Mea culpa»
Tras el descenso, varios jugadores han entonado el » Mea culpa». «No hemos estado a la altura de lo que se nos pedía», » El club no se merece este final y tampoco sus aficionados». Pero la verdad es que el equipo no ha acabado de encontrar la regularidad necesaria durante la temporada y los malos resultados en casa han sido el gran detonante de este triste final para un equipo forjado para mantenerse sin mayores problemas en la categoría. Un equipo que tampoco ha encontrado una regularidad en las gradas del Municipal de Llagostera, una grada que como bien decía su presidenta » Es un grada fría».
El descenso y la vuelta a casa
Acostumbrados a grandes gestas por parte de este club, chocaba ver la decepción en nuestros jugadores, la decepción que años atrás veíamos en los jugadores rivales de la UE Llagostera. Un sentimiento que ahora se tornaba hacía nosotros. Con el gran capitán sentado en el campo sollozando y apartando cualquier consuelo que le pudiera llegar, a Lucas Viale deambulando por el campo negando lo que le había pasado a nuestro equipo. Amarga la sensación de estar al otro lado y más cuando giro la mirada hacía mis compañeros de viaje. Gloria la más tocada con la mirada perdida y los ojos vidriosos, Jaume el más racional y el más pesimista pero que aún así creía en el milagro. A todos los demás se nos perdía la mirada hacía el campo buscando a más zamarras naranjas entre la alegría de los seguidores del CD Izarra, pero supongo que cada uno lo lleva como puede. Entre la maraña que se agolpa en el medio del campo una cara conocida que se acerca hacía nosotros y que nos sorprende gratamente, Javier Salamero técnico del filial, uno por uno nos agradece el haber estado allí con el equipo y no menos grata sería la llegada de nuestro «San Marcos», Marcos nuestro portero que también quiso agradecer nuestra presencia. Nada más, con seis horas de viaje por delante vamos desfilando, pero aún quedaba un alto en la grada de Merkatondoa, un alto obligado y con gusto con Jóse Mari que nos deseaba buen viaje y que ojalá volvamos pronto a la «B».