Pensando en el año que viene

Tras la debacle consumada ayer en el play-off frente al Real Valladolid, el Sporting no tiene tiempo de lamerse las heridas. En la dirección deportiva que encabeza Miguel Torrecilla se ponen ya a trabajar en la planificación del próximo año para lograr, a la segunda, el ascenso a la máxima categoría.

Un Miguel Torrecilla que comparecerá esta próxima semana ante los medios. Será una rueda de prensa donde se espera desgrane un primer boceto de lo que será el Sporting de la 2018/2019. Con la continuidad de Rubén Baraja en el banquillo prácticamente confirmada tanto por jugadores como por el presidente de la entidad, Javier Fernández, el director deportivo rojiblanco tiene la tarea de volver a formar un equipo competitivo. Algo que será nuevamente muy necesario, dado el lustre que la categoría de plata tendrá el año que viene con muchos de los equipos que la conformarán.

El Sporting volverá a tener uno de los topes salariales más altos de la categoria. Lejos eso sí de los que manejarán los tres descendidos (Málaga CF, RC Deportivo o UD Las Palmas). Pero al margen de ellos tres, la entidad gijonesa manejará uno alto. Más alto probablemente que el que ha manejado este pasado curso. Con los pagos de la deuda concluidos, el cobro del segundo pago del traspaso de Jorge Meré, además de los ingresos ordinarios, garantiza un buen margen económico de maniobra al director deportivo salmantino para conformar un bloque de garantías.

Catorce jugadores con contrato

De cara al próximo año en la plantilla de esta temporada que acaba de concluir, el Sporting tiene bajo contrato a diez jugadores. Son los siguientes: Mariño, Álex Pérez, Barba, Canella, Isma López, Sergio Álvarez, Hernán, Carmona, Pablo Pérez y Carlos Castro. A ellos hay que unirles a Babin, que regresa de su cesión en el Maccabi Tel-Aviv israelí; y a Rachid, que regresa del Waasland-Beveren belga. También hay que unirles a Dani Martín y Nacho Méndez; jugadores del filial que por contrato pasan a formar parte del primer equipo. En total, catorce jugadores con contrato para la temporada 2018/2019.

No parece probable, eso sí, que todos ellos continúen. En los casos de Isma López, Carlos Castro o de otros jugadores con escasísima participación se antoja difícil su continuidad. Pero en caso de no seguir debería llegarse a un acuerdo, por lo que no es un horizonte claro. En este mismo escenario de duda están ambos jugadores que regresan tras cesión: Babin y Rachid.

De los que acaban algunos podrían volver

Del resto de la plantilla, que acaban su cesión en Gijón o terminan contrato, el club podría pretender la continuidad de algunos. Los casos más evidentes son los de Jony y Rubén García. En el caso del extremo cangués, al no haber ascenso, se presume harto complicado. El Málaga no pondrá ningún tipo de facilidad para que un probable rival directo se refuerce con un jugador que es diferencial en la categoría. Solo permitiría su salida previsiblemente a un conjunto de Primera División. Algo que el propio Jony puede forzar por una cláusula en su contrato.

En el caso del valenciano Rubén García la situación podría ser más sencilla que con Jony. Tras el partido en zona mixta, el propio Rubén García abrió una puerta a su continuidad en Gijón, algo que se facilitaría si el Levante no contase con él. No obstante el jugador tendrá que volver al club granota, con el que tiene contrato por una temporada más y despejar su situación.

Subirá más gente del filial

Además de Dani Martín y Nacho Méndez existe una altísima probabilidad de que varios otros integrantes del filial que también concluyó ayer su temporada acaben en el primer equipo. Jugadores que han realizado un año notable como Víctor Ruiz, Carlos Cordero, Cristian Salvador, Cayarga o Isma Cerro podrían ser jugadores llamados a integrar parcialmente la plantilla del primer equipo la próxima temporada.