Francia consigue la gloria del Mundial coronándose en Rusia como campeona del mundo 20 años después de su primer Mundial. A pesar de no deslumbrar con su juego sin duda ha sido la selección más fuerte y lo ha demostrado. En esta final podemos ver un resumen de lo que ha sido su trayecotria en este campeonato, un partido en el que no empezó dominando pero que con su contundencia acabó por ponerse por delante para después con su físico ser muy superiores en el tramo final. Eso mismo podemos trasladarlo al Mundial, Francia empezó no siendo tan favorita pero poco a poco con sus victorias se fue consolidando y viendo como iban cayendo sus máximos rivales, para al final proclarme campeona del mundo.
La final comenzó con un guión no previsto, iba a ser Croacia contra todo pronóstico la que iba a llevar la voz cantante en los primeros minutos. Francia a pesar de ser la clara favorita por jugadores y por historia, de nuevo iba a decantarse por ese segundo plano, poco dominio de balón y serios atrás para aprovechar la que tuvieran. En defenitiva, lo que llevamos viendo en este Mundial.
En estos primeros 15 minutos de partido Croacia era la que proponía con el balón y Francia solo se dedicaba a esperar acontecimientos. Y una vez más, el fútbol le iba a sonreir a Francia y de qué manera. En su primera llegada al área rival y tras un lanzamiento de falta que no era, Griezmann se tira claramente, iba a llegar el primer gol de la tarde con la mala suerte para el equipo croata que iba a ser el propio Mandzukic el que lo haría en su propia portería.
Se ponía delante en el marcador Francia de manera sorprendente por lo visto hasta el momento. Croacia iba a responder a este gol con el mismo juego y la misma intensidad, y fruto de ello iba a recibir el premio del empate en una genial jugada en el área de Perisic que fue el más listo de todos y colocaba el 1-1 con un zurdazo imparable que hacía justicia en el partido.
Pero Francia en este Mundial necesita muy poco para marcar, y en el final lo iba a demostrar más que nunca. De nuevo a balón parado, esta vez en un córner, la fortuna le iba a sonreir esta vez en forma de penalti. Una pena máxima que el colegiado argentino tuvo que ver en el Var porque la mano de Perisic dejaba dudas. El encargado de transformarlo iba a ser Griezmann para dejar de nuevo a Francia mandando en la final.
Después del descanso los croatas debían tomar más si cabe la manija del partido para buscar remontar el partido. Con esta disposición salieron y pronto tuvieron la primera oportunidad de gol en las botas de Rebic, que tras un genial pase de Rakitic estuvo apunto de conseguir el empate.
Ahora los franceses iban a dar un pasito más atrás con el cambio de Nzonzi por Kanté, y ya iba a optar por las contras casi siempre protagonizadas por Mbappé. En la primera de ellas ya estuvo apunto de marcar pero Subasic lo impidió, pero en la siguiente el balón se le iba a quedar a Pogba en el borde del área y lo iba a colocar imposible para el portero croata. Llegaba el 3-1 en el marcador y la posible sentencia de la final.
Sin tiempo para reponerse del mazazo del tercer gol francés, iba a llegar el cuarto de Mbappé en un tiro lejano en el que Subasic fue el primer sorprendido. Croacia ya parecía ko completamente y el cansancio acumulado de todo este Mundial lleno de prórrogas que han tenido.
Ahora sí que parecía resuelto el partido y la remontada era ya casi imposible, pero Lloris no iba a estar por la labor e iba a cometer el fallo de la noche, en un intento de regate a Mandzukic el croata iba a estar más listo y la pelota acabaría dentro de la portería francesa. A pesar de restar más de 20 minutos aún, de aquí al final del partido fue un quiero y no puedo de Croacia, las fuerzas ya no respondían y Francia se veía ya campeona del mundo.
Segundo título del mundo para los franceses que con el paso de la final fueron superiores y sobre todo mucho más contudentes en el área rival. Croacia deja una gran imagen siendo la selección revelación de este mundial y llegando a su primera final.
@juanmajurten