Printezis lleva a Olympiacos a la prórroga y acaba decidiendo el partido
Real Madrid buscaba romper la maldición en Atenas y sobretodo, romper la suya propia de 5 derrotas en 6 partidos. Olympiacos, rebosando confianza, intentaba ir a por la quinta victoria consecutiva. ¿Quién de los dos equipos cumpliría el objetivo?
Partimos de la base de que este partido significaba la vuelta de Jeffery Taylor y de Vassilis Spanoulis, tras estar dos meses de baja. A eso, le sumamos que la vuelta de Anthony Randolph tendría que esperar hasta enero, ya que se prevé más grave. Segundo contra séptimo: segunda mejor defensa de Europa (70 puntos por partido) frente a segundo mejor ataque (84,7 puntos). Nadie se hubiera podido imaginar que este partido nos llevaría a tal emocionante prórroga.
Como ya va siendo habitual, los primeros cuartos llevan a los equipos Euroliga a un relax inusual. Así lo hemos podido comprobar en Olympiacos-Real Madrid.
El partido comenzaba con posesión madridista, un triple de Taylor algo precipitado, al que le sigue un mate espectacular de Milutinov, quien no pudo convertir el tiro libre adicional. Se veía un partido movido y borroso en cuanto a ataques claros y posicionados, sí, estamos hablando de Real Madrid. Su ataque no era para nada el que estamos acostumbrados a ver, faltaba algo.
Si a eso le añadimos que la rigurosidad con la que estaban actuando los árbitros, podemos pensar que el partido sería largo y pesado, además de contar con numerosas interrupciones. Y así lo ha sido. El minuto 7:50, el conjunto blanco ya acumulaba 3 faltas.
Olympiacos se sentía muy suyo y eso en la pista se nota. Por el contrario, a Real Madrid le seguía faltando fluidez y las faltas estaban empezando a pasarle factura. Los jugadores tenían prisa para anotar y eso provocaba que los ataques no estuvieran lo suficientemente elaborados.
La cabeza, es muy importante en situaciones así, la impulsividad puede jugarnos una mala pasada; hay que saber parar. En ese momento y como novedad, Pablo Laso pensó que el jugador con esa capacidad para encauzar al equipo era Chason Randle. Acababa pues un fatídico cuarto para el conjunto madridista con un 18-8.
El ataque de Real Madrid comenzaba a despertar, el primer triple de todo el partido llegaba de la mano de Randle. Aunque, para rizar más el rizo, el rebote defensivo tampoco les ayudaba. La prueba más clara la tenemos en una jugada, en la que ha llegado a haber hasta 3 rebotes por parte del conjunto griego, llegando a convertir uno de ellos en un 2+1.
Mientras tanto, los jugadores interiores, capitaneados por Felipe Reyes, continuaban cargándose de faltas llegando con Walter Tavares, Reyes y Trey Thompkins acumulando 2 faltas en sus casilleros particulares. Como consecuencia, en la mitad del segundo cuarto ya se encontraban en bonus.
El acierto desde el triple de ambos equipos era nefasto y el arbitraje seguía siendo extremadamente riguroso. Sin embargo, a pesar de la ventaja que presentaba Olympiacos, mantenían un total de 7 pérdidas frente a 4 del rival.
La que iba despertando ahora era la defensa de Real Madrid, la cual iba aumentando en intensidad y agresividad. También llegaban los primeros tiros libres del partido, a 2:30 del descanso. A ello le seguía un 2+1 de Luka Doncic y en la última posesión, asistido por wonderboy, anotaba desde la línea de 3 Jaycee Carroll. Este, dejaba a su equipo solo 4 abajo, (30-34).
Se reanudaba el partido y de la mejor forma posible; 3 más para Doncic, que ya estaba en 15 puntos. Sin embargo, el principal problema seguía presente. Ya dejando a un lado el ataque, que estaba mucho más activo, el rebote defensivo les estaba haciendo mucho daño, mientras que el ofensivo se mantenía, cuanto menos, igualado.
También la defensa griega comenzaba a ser más intensa, llevando al límite de la posesión a un Madrid que empezaba a encontrarse. De estar tan solo 1 abajo, un empujón de los de Atenas fue suficiente para poner el 49-40. Los de Laso remaban a contracorriente, contra un equipo crecido y superior a ellos en distintos aspectos.
El Real Madrid era una auténtica montaña rusa, estaban arriba y trabajando en defensa y de repente, en el tercer cuarto, el conjunto heleno encajó hasta 3 2+1. ¿Cómo es esto posible? Este problema también influye en otro muy importante: las faltas. Como consecuencia de tanta canasta fácil ante su defensa light, Walter Tavares ya contaba con 4. Acababa el tercer cuarto con un parcial de 22-17, que dejaba el partido en 56-47 para un gran Olympiacos.
El último cuarto podría definirse con una única palabra: surrealista. Lluvia de técnicas para el conjunto blanco. Fueron expulsados Tavares y Thompkins con 5 faltas cada uno. Gracias a un espléndido Luka Doncic y al acierto de Carroll, podían tener en la cabeza la idea de seguir luchando por la victoria; había esperanza. Rudy ponía el 68-67 con un triple y a 12,3 segundos del final, Jaycee Carroll ponía el empate a 72 con un triple de los que te hacen saltar del sofá.
La alegría del Real Madrid de poder estar cerca de llevarse la victoria, se disiparía rápidamente con una falta de Felipe Reyes a falta de 4 segundos. Sin embargo, Printezis, uno de los mejores hombres del partido hasta ese punto, no consiguió convertir ninguno de los dos y llevó al Olympiacos a la prórroga.
Hacía tiempo que el Madrid no experimentaba un partido con una prórroga. En este cuarto también hubo polémica; Felipe Reyes fue expulsado por 5 faltas y el Madrid recibía otra técnica por parte de los árbitros. En el primer minuto, hubo un intercambio de canastas hasta que el Olympiacos acabó creciéndose lo suficiente como para sentirse vencedor del partido. El mismo Printezis que fallaba los dos tiros libres a 4 segundos del final del encuentro, mostraba su mejor versión y anotaba 9 puntos, 7 de ellos consecutivos.
Naturalmente, el MVP o Player of the game sería para él con 21 puntos y 27 de valoración. Sin embargo, los jugadores madridistas a destacar serían Luka Doncic (33) y Jacey Carrol (24), que mantuvieron al Real Madrid y Luka que alcanzaba su máxima anotación en Euroliga.
Muchas personas se preguntarán, ¿por qué ha perdido Real Madrid? La respuesta es tan simple como compleja. Muchos factores podrían influir; las lesiones, la racha de derrotas consecutivas, etc. Pero si nos pusiéramos a analizar el partido de hoy, diríamos que han abusado excesivamente del tiro exterior, olvidando las penetraciones y el juego interior. Además, Olympiacos, ante la actitud pasiva por rebote defensivo por parte de Real Madrid, supo aprovechar las segundas oportunidades y jugó mejor ese palo.
En ningún momento cabría la posibilidad de echarles la culpa de la derrota a los árbitros, pero sí es cierto que ha condicionado desde el minuto 1 la mayoría del encuentro. No es fácil ganar en Atenas, por supuesto que no, pero, ¿el arbitraje forma parte pues de esa extraña maldición?