Athletic Club – Real Madrid: Fútbol sin estaciones

Esta noche de sábado, ya a orillas del otoño, se daba un enfrentamiento que, como las propias estaciones, se repite año tras año y que tiene una importancia trascendental en la agenda de los futboleros: el enfrentamiento entre el Athletic Club y el Real Madrid; el enfrentamiento clásico entre dos equipos clásicos, el enfrentamiento que hemos disfrutado en todas las ediciones de liga que hemos vivido.

El ambiente en San Mamés no defraudó. Un lleno absoluto predecía una tensión palpable tanto en el terreno de juego como en la grada, que disfrutó de un espectáculo futbolístico compuesto por ocasiones, roces entre los jugadores y una sensación de que todo podía cambiar en cualquier momento.

Los locales acudían en una situación extraña. Con la jornada anterior contra el Rayo Vallecano sin disputar, la inactividad del equipo planteaba una incógnita: ¿el descanso que otorgan dos semanas les beneficiaría, o la falta de rodaje podría perjudicarles? En lo que se refería a la alineación, nuevamente Unai Simón ocupaba la portería, con la presencia de Iñigo Martínez en el eje defensivo tras su recuperación y convocatoria con la selección, y la insistencia a la hora de colocar a Iñaki Williams en la posición de 9.

Por su parte, el Real Madrid era conocedor de la victoria del FC Barcelona contra la Real Sociedad (1-2), además del pinchazo del Atlético de Madrid contra el Eibar (1-1), por lo que era una prioridad llevarse los 3 puntos de La Catedral, aunque no iba a ser tarea fácil. Courtouis bajo palos, Ceballos y la delantera formada por Bale, Benzema y Asensio, destacaban en el once de Julen Lopetegui.

Comenzado el partido, la electricidad del juego hacía saltar chispas, manteniéndose un toma y daca de ataques de ambos equipos. Durante la primera media hora, en ningún momento se puso freno al juego, tratando el Athletic de exprimir su fiereza local para conseguir un gol, siendo Susaeta uno de los más destacados. Sin embargo, este esfuerzo solo se traducía en disparos lejanos e imprecisos. El Madrid realizaba una presión alta, encomendándose a la buena forma de Bale y de Asensio. Precisamente este último tuvo la ocasión más clara antes de la llegada de los goles, con un disparo colocado que pudo rechazar Simón, figura clave del partido.

Fue en ese momento cuando llegó el gol. Un balón al espacio por la derecha permitió a De Marcos llegar hasta línea de fondo, dar un pase al punto de penalti y permitir a Muniain romper el marcador. Segundo gol de la competición para el navarro que, aunque se tuvo que retirar con molestias posteriormente,  se encuentra en un gran estado de forma.

Tras el gol el Madrid quedó aturdido, y tal fue así que al minuto encajó otro gol, eso sí, anulado por fuera de juego de Raúl García. Pese a la intención del Madrid por empatar, la defensa rojiblanca no dio oportunidad de hacerlo, limitándose su acción ofensiva a un tiro alejado de Modric que una vez más salvó prodigiosamente Simón.

Comenzada la segunda parte, nuevamente Simón impidió al Madrid empatar tras rechazar a bocajarro un disparo de Sergio Ramos tras despejar un lanzamiento de falta de Bale. Con todo esto, parecía imposible que la portería del Athletic pudiera ser superada, pero la entrada de Isco lo hizo posible. Un centro de Bale desde la derecha acabó con el malacitano cabeceando a placer el gol que establecería el 1-1.

En ese momento el Madrid se apoderó del juego y, a pesar de haber salido con esta tónica desde el vestuario, acentúo su asedio. Otra vez Asensio se encontró con Simón y las internadas de los extremos se hacían cada vez más peligrosas. La falta de rodaje local se hizo evidente en este periodo de juego, lo que hizo a Eduardo Berizzo establecer un juego más defensivo y conservador. El plan del técnico dio sus frutos e incluso permitió a los suyos gozar de una clara ocasión por parte de Mikel Rico, obligando a Courtouis a lucirse.

Se llegaba al final del partido con un empate que dejaba sabores totalmente opuestos. El Athletic puede irse con la cabeza bien alta tras dar una buena imagen contra un equipo de mucha calidad; mientras que el Madrid se va consciente de haber permitido a su máximo rival escaparse dos puntos en la tabla clasificatoria.

Sea como sea, los futboleros podemos hacer alarde de haber visto un encuentro apasionante, con ocasiones de ambos equipos y buen juego. Puede que la llegada del otoño sea algo desalentador para algunos, pero con estos partidos todo se hace más ameno. Fútbol sin descanso, sin parones, fútbol sin estaciones.