La primera ya está en el casillero del Obra
Importante victoria del Monbus Obradoiro ante el San Pablo Burgos (91-81) en su cancha para arrancar la Liga Endesa 2018-19 con confianza
La afición no falló en Sar y tampoco lo hizo el equipo que le regaló una victoria trabajada ante un Burgos que luchó hasta el final pero se encontró con un acertado Kostas Vasileiadis -20 puntos, 18 de valoración- que desde la línea de tres apagó las intentonas del conjunto visitante por lograr remontar un marcador en el que salvo en los minutos iniciales siempre fue por debajo.
Al equipo compostelano le costó entrar en el partido. El San Pablo Burgos lo golpeó con un 0-5 de salida aunque no tardó en devolvérselo. Buscando a Nacho Llovet y dominando el rebote ofensivo, el Monbus Obradoiro pegó un pequeño estirón en el inicio del segundo cuarto (25-17) aunque no consiguió distanciarse hasta los últimos instantes del primer acto (40-29, 45-32 en el descanso).
Se igualó el duelo tras el paso por los vestuarios pese a que Llovet disparó a los suyos hasta los 16 puntos en la primera acción del segundo tiempo. San Pablo Burgos subió sus líneas en la presión y ganó en agresividad. Varios robos de balón y un juego más dinámico dieron vida al equipo de Diego Epifanio, que se acercó con un parcial 0-8 (48-40).
Con su equipo atascado, el estadounidense Simons castigó con un par de rebotes ofensivos y tres triples prácticamente seguidos al Burgos. Epifanio paró el partido (57-42) y su equipo se reactivó. Moncho Fernández reaccionó rápido con otro tiempo muerto aunque su rival se situó a siete (57-50).
Eran los peores momentos de un Monbus Obradoiro que, no obstante, encontró en el belga Maxime de Zeeuw la solución a sus problemas en ataque. Cinco puntos suyos y otro triple de Vasileiadis oxigenaron a los santiagueses, que entraron en los últimos 10 minutos con una renta de 13 puntos.
Dos triples seguidos de Ognjen Jaramaz y Branden Frazier acercaron a San Pablo Burgos, que dispuso de tres ataques para asustar aún más al Monbus Obradoiro (69-62). Le faltó acierto en esos instantes decisivos y su rival encarriló definitivamente el partido con cuatro triples seguidos de un desatado Vasileiadis (81-68, min.35).
El tramo final del encuentro, ya con el partido resuelto, el Obra lo jugó acompañado por los cánticos de una afición entregada a su equipo una jornada más y que ya festejaba desde la grada que la primera ya está aquí. Un triunfo de confianza para afrontar el complicado calendario que se viene.