Previo del GP de Estados Unidos
Dos semanas después, regresa la acción de la F1 con la imprevisible cita de Estados Unidos.
Ha sido una espera corta, pero por fin ha terminado. Dos semanas de preparación, rumores, noticias y habladurías dan paso a la cita norteamericana. De nuevo, Estados Unidos acogerá un gran premio que se antoja emocionante. Mercedes seguirá en cabeza según todas las quinielas, aunque Ferrari y en menor medida Red Bull le siguen de cerca. De hecho son muchos los que señalan que el equipo austriaco podría dar la campanada en Austin.
Una de las grandes incógnitas volverá a ser McLaren. El equipo británico empeora con el paso de los días. La mejor posición de McLaren en Japón fue el decimocuarto puesto de Fernando Alonso, lo que no ayuda a devolver la emoción a equipo y aficionados. Haas y Renault son los claros candidatos a luchar hasta el límite por el cuarto puesto del mundial. McLaren deberá luchar contra Force India, Toro Rosso, Sauber y puede que Williams.
Austin da inicio a la gira americana con un paraje espectacular. La ciudad es la capital del estado de Texas y es la decimocuarta más poblada de Estados Unidos con casi 800.000 habitantes. Los imponentes rascacielos se mezclan con barrios familiares muy próximos al circuito, aunque a la distancia suficiente como para que el ruido no sea un gran problema en la zona. El trazado es espectacular, un circuito de los de antes (aunque de construcción moderna) que lo convierten en una cita especial del campeonato.
20 son las curvas que estructuran el Circuito de las Americas, con una longitud de 5,513 km al que los pilotos deberán dar 56 vueltas en la carrera del domingo. La estrechez del circuito lo convierten en un lugar poco propicio para hacer adelantamientos aunque hay lugares que suelen ser puntos claves a la hora de sobre pasar al rival, como la curva 1 al final de la recta principal o las enlazadas que van de la curva 3 a la 9. Fue precisamente aquí donde vimos el hermoso duelo entre Alonso y Carlos Sainz en 2016. Además el trazado cuenta con dos zonas de DRS, la primera en la recta principal y la segunda entre la larga recta trasera que va desde la curva 11 a la 12.
El récord del circuito está en manos de Lewis Hamilton. El cuatro veces campeón del mundo marcó una pole en 2017 de 1:33.108, el tiempo más rápido desde que el circuito se incorporase al campeonato en 2012. Cabe esperar que el récord vuelva a caer por segundo año consecutivo en esta edición, ya que los coches de este año se han mostrado consistentemente más rápidos que los de la temporada pasada.
Para la primera carrera en suelo americano (sin contar a Canadá) Pirelli se ha decantado por los neumáticos blandos (amarillo), superblandos (rojo) y ultrablandos (violeta); opción similar a la escogida el año pasado. Recordemos que la gama es un nivel más baja que los compuestos de 2017.
Si ya de por sí el GP de Estados Unidos suele ser emocionante, la lluvia podría añadir más emoción el viernes y el sábado. Si bien la lluvia más fuerte se espera el día de los libres 1 y 2, las posibilidades de que llueva el sábado en qualy son abundantes, mientras que el domingo todo parece indicar que la carrera se disputará sobre seco. Para el sábado la posibilidad de lluvia se establece en un 70% con riesgo de tormentas eléctricas, mientras que el domingo se indica con una posibilidad de lluvia del 0%.
Los horarios no deberían ser un problema para el GP de Estados Unidos. Buenas noticias para los que no quieran madrugar. Los Libres 1 arrancan a las 17:00 horario de España. Los libres 2 darán comienzo a las 21:00. Más de lo mismo para el sábado: Libres 3 a las 20:00 y clasificación desde las 23:00. El domingo el semáforo se apagará a las 20:10, dando comienzo a la primera carrera de la cita americana. Más de uno disfrutará de la carrera con una buena hamburguesa y un batido XXL al más puro estilo yankee. Sigue aquí toda la información del Gran Premio.
Fotos vía: Twitter
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