Real Madrid 97 – 79 Baskonia: provocar a un campeón pasa factura

 Real Madrid y Baskonia aspiran a todo. Tienen jugadores para ello. Uno más que otro, a estas alturas. Victoria para los locales en Euroliga gracias a un pletórico último cuarto que apuntilló a los vitorianos. Sigue sin perder el actual campeón de la máxima competición continental.

Armani Exchange Milano y Olympiacos fueron duros rivales el pasado martes para Real Madrid y Baskonia. Los de Laso consiguieron remontar con muchas complicaciones (85-91) y los de Pedro Martínez no consiguieron dejar en casa la victoria (80-85). Ambos dejaron buenas sensaciones: los blancos gracias a actuaciones individuales como las de Campazzo o Tavares, y los vitorianos con un gran bloque que mermó a todo un Goliath.

Arrancaban ambos quintetos este viernes en el WiZink con un ritmo exageradamente alto. Una rapidez en el juego que lo hacía todo demasiado anárquico. Un terreno este donde acabaron sintiéndose mejor jugadores del mismo perfil: Randolph (ocho puntos y cuatro rebotes en el primer período) y Llull (consiguió dos triples y un dos más uno marca de la casa en los últimos minutos) agarraron el protagonismo para determinar el resultado final (25-19).

A partir del siguiente cuarto todo iba a ser aclamado con un intenso griterío debido a varias acciones arbitrales que desataban el espíritu combativo de la grada. El suceso que desató el enfurecido clima fue un encontronazo más que desagradable entre Ilimane Diop y Facundo Campazzo. Que cada persona saque sus conclusiones. El percance calentó el partido y afeó la deportividad.

Dejando aparte la acción, los segundos veinte minutos fueron de un nivel y una categoría de dos grandes aspirantes a ganar la competición (52-44). Martillazos georgianos, triples por doquier (dos de dos para Rudy, Campazzo y Patricio Garino) y la ventana de par en par dejando vía libre a la máxima competitividad que se preveía para el tercer cuarto.

La espera no fue en vano. Baskonia pegaba tijeretazos continuos al marcador, pero nunca lo consiguió igualar. El partido seguía siendo el mejor que se ha visto por ahora en la competición. Es un juicio complicado de determinar, pero la igualdad, la intensidad, las jugadas espectaculares, el ambiente que se vivía y el derroche de baloncesto visto en el Palacio se aunaban para hacer indudable la afirmación.

Poirier y Shengelia hacían arder la zona, y los más rápidos del oeste echaban mano de sus revólveres: Causeur y Janning se batían en duelo, y Llull se ajustaba el guante para provocar caras de incredulidad entre los asistentes. Como también lo hacían Rudy y Tavares; uno por sus triples de cosecha mallorquina, otro por aprovechar la mínima chance de taponar o machacar.

Otra victoria para el líder de la Euroliga, que muy difícil lo tiene para no seguir cosechando triunfo tras triunfo. Kirolbet Baskonia le peleó y le jugó, pero no conseguían establecer un parcial diferencial y relevante.

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