Con la cabeza bien alta
El Sant Andreu dio la cara en la histórica visita del Atlético de Madrid al Narcís Sala y acabó sacando un resultado digno que obligará a los colchoneros a competir en el encuentro de vuelta
El Atlético de Madrid jugó un partido de ochenta minutos. Tras conseguir adelantarse en el marcador con un tanto de Gelson Martins el conjunto colchonero no se relajó y mantuvo un nivel competitivo hasta los diez minutos finales. El Sant Andreu, que durante casi todo el partido tuvo que limitarse a cerrar espacios, encontró las ocasiones en los minutos finales y pudo empatar en un remate de Noguera que se encontró con el poste. Las buenas sensaciones que dejó el equipo de Mikel Azparren solo se tradujeron en mantener en la mínima la derrota. Con ello, visitarán el Wanda con la eliminatoria todavía por cerrar
El equipo del ‘Cholo Simeone’ salió al campo como siempre lo hace, con la seriedad por estandarte. No fue el equipo eléctrico que le gusta ser debido a que le tocó llevar la riendas del partido. Se mostró muy seguro en ese papel, con un planteamiento muy paciente. Los hombres del ‘Cholo’ Simeone, que tuvo que ver el partido desde la grada por la sanción que arrastra de la campaña pasada, trabajaron. No ofrecieron la mejor cara, tampoco la peor, pero sí la misma a nivel de actitud.
El Sant Andreu no quiso ofrecerle espacios a su rival y le brindó el balón. El Atlético de Madrid, no se agobió. El objetivo fundamental no fue endosar una goleada. El planteamiento de Simeone fue matemático, quizás conservador. En todo momento, los madrileños sabían que la eliminatoria se resolvería en el Wanda. Es lo que tienen las primeras rondas de Copa del Rey, solo un error de gran calibre fuera de casa puede dejar fuera de octavos a uno de los equipos europeos. Y el partido del Atlético de Madrid se centró en reducir a prácticamente cero las posibilidades de error.
Mediante la construcción desde campo propio y con Rodrigo como director, el Atlético generó peligro. Le llevó veinte minutos acostumbrarse al césped sintético y cuando lo hizo tampoco fue un ciclón. Siempre con el cerrojo puesto atrás, los colchoneros encontraron en Kalinic un faro alrededor del cual Gelson, Lemar y Vitolo entraron en asociación. La combinación veloz entre estos actores habilitó a un Martins en una situación dudosa -hay que recordar que en la Copa el VAR no está implantado- para el 0-1.
Inalterable. El Atlético mantuvo el guión de partido tras el gol. Mismas prioridades y mismo mapa de acción. El conjunto local hasta bien avanzado el segundo tiempo también siguió con el plan inicial. En un inicio, cuando quiso cambiar las tornas, no pudo. Sin embargo, poco a poco acabó por cuestionarle el dominio a su rival y creció. Con un gran Ton Alcover, los ‘quadribarrats’ empezaron a dominar el cuero en partes centrales del campo.
De ahí a inquietar la portería de Adán, al conjunto barcelonés parecía quedarle un mundo. Sin embargo, el Atlético flojeó. Parecía que eran los de casa los que iban más justos de fuerzas y fueron los profesionales los que acabaron dando imagen de agotamiento. En dos córners el conjunto de Azparren estuvo a punto de igualar la contienda en el tramo final. Noguera se encontró con el larguero en la más clara de los barceloneses. Fue la de los ‘quadribarrats’, que aún tuvieron otra de Jaume Vilar en el descuento, pero que no pudo ofrecer el ansiado premio a la hinchada.
El Atlético acabó consiguiendo el triunfo aunque ni mucho menos con la ventaja que se podía esperar. El conjunto de inferior categoría de los 32 que siguen compitiendo en la Copa limitó a los del ‘Cholo’ a un 0-1, que siendo un resultado muy favorable para los rojiblancos, no sirve para liquidar el sueño del Sant Andreu.