El Almería resucita en el descuento y deja viva la eliminatoria
Villareal y Almería empatan en un partido sorprendente y emocionante, donde los goles y la emoción solo surgieron en la segunda parte. El cuadro andaluz, y Gassama con 2 goles en los minutos finales, sacan los colores a una defensa amarilla incapaz de mantener la tensión en los minutos finales y alarga la mala racha del conjunto dirigido por Calleja.
La ronda de dieciseisavos de la Copa del Rey empezaba para Almería y Villarreal con la oportunidad de rotar a los jugadores de sus respectivas plantillas. El factor clave que caracteriza el partido es la gran cantidad de rotaciones empleadas por ambos entrenadores para afrontar el partido. En el caso del Villarreal, solo repetía en el once el exinternacional Santi Cazorla en comparativa al pasado partido contra el Alavés en Liga. Por parte del Almería, solo repetía Eteki del once que salió y perdió ante el Granada.
Con estas rotaciones empezaba el encuentro en “Los Juegos del Mediterráneo”, un encuentro marcado por el empleo, por parte de ambos entrenadores, de una táctica exacta: 4-2-3-1 cuando el equipo tenía la pelota y un 4-4-2 mientras debían defender. En el caso del cuadro andaluz, Chema actuaba de media punta con gran libertad de movimientos para asociarse por todo el campo; mismo esquema que Raba seguía en el Villarreal, aunque en ocasiones el hombre libre que dejaba la banda era Chukwueze.
La primera parte se desarrolló muy tranquila para los porteros de ambos equipos. La ausencia de ocasiones y de peligro fue la tónica habitual. En términos generales, el Villarreal empezaba bien el partido teniendo buenas oportunidades, aunque sin demasiado peligro, en los pies de Raba, quien hizo una notable primera parte estando muy fino al conducir contraataques peligrosos.
El cuadro amarillo empleaba una presión alta que le permitía robar balones en campo rival y salir rápidamente al ataque: dominaba las transiciones ofensivas a la perfección, aunque en los metros finales no conseguían crear peligro. El Almería poco a poco empezó a crear juego y a no perder balones en el centro del campo, lo cual no permitía salir a los amarillos. En el minuto 25, un buen centro al segundo palo fue rematado por Caballero y su remate pasó, incomprensiblemente, por debajo de las piernas de Andrés Fernández. Hasta ahí llegó la producción ofensiva de los andaluces, quienes tuvieron grandes problemas para intentar controlar la creación de contras de los valencianos. En una de estas contras conducidas por Raba o Chukwueze llegaría la mejor ocasión de la primera parte: en el minuto 32, un buen centro de Raba al corazón del área llegaba a los pies de Cazorla, quien se apresura a rematar y manda el balón a la grada.
Tan clara era la ocasión del asturiano como tan claro es que al equipo de Calleja le cuesta muchísimo crear y construir juego interior: Iturra es nulo ofensivamente (se dedicó a cortar lo que pueda y dársela a Cazorla) y los interiores se sienten mejor con espacios a las espaldas de las defensas. La opción de un juego más directo y agresivo con las pérdidas en campo propio de los contrarios cogía fuerzas al ver la preocupante gestión que el Almería hacía de sus repliegues defensivos: la disposición abierta de sus interiores y media punta provocaba muchísimos espacios en el centro del campo, lo cual el Villarreal si aprovechó, pero en la segunda parte.
El descanso terminaba y empezaba la segunda parte para el Villarreal con un gol en contra demasiado temprano para un equipo de la categoría del “Submarino”. Al igual que en Mendizorroza la pasada jornada liguera, un despiste defensivo de Mario Gaspar (hoy actuando de central) provocaba un penalti clarísimo tras golpear la cara de Caballero con la bota. El delantero se marchaba en camilla y era Chema quien rompía el empate en el marcador desde los 11 metros. El Villarreal pecaba de los mismos errores defensivos y ahora debía remontar. Para eso, Calleja daba entrada a Pedraza por Miguelón y Fornals por Raba (hasta entonces el mejor) y el juego de los “groguets” mejoró notablemente. Fornals bajaba a recibir junto con Cazorla, y eso desatascaba la zona de creación del Villarreal, ya que ni Layún ni Chukwueze ni Raba eran capaces de elaborar en un ataque posicional.
Entre esta mejoría llegó rápidamente la remontada: del 1-0 al 1-3 en 16 minutos. Vayamos por partes. El 1-1 llegó tras un auténtico golazo de genio de Santi Cazorla. El asturiano recuperó en la frontal, recortó y la puso en la escuadra izquierda de Fernando, quien no pudo hacer nada pese a su estirada. El balón pasó cerquísima de la escuadra y el público respetable aplaudió la obra de arte del asturiano. El 1-2 llegó a partir de la incorporación al campo de Gerard Moreno, quien sustituyó a un ovacionado Cazorla. El catalán robó en el centro del campo (primera pelota que tocaba), lanzó la contra junto con Sansone, quien le devolvió un balón al espacio que Moreno, de nuevo, propuso devolverle en forma de centro al corazón del área. Este centro jamás llegó, ya que fue Callejón quien lo tocaba haciendo el 1-2. Por último llegaba el 1-3 tras una nueva contra conducida por Sansone quien puso un balón al espacio para Chukwueze, que definiría con algo de fortuna pegando en el poste derecho para acabar entrando.
Era el minuto 83 y el Almería estaba sobrepasado defensivamente. Pero al Villarreal le volvieron los fantasmas defensivos que ya le hicieron perder un punto frente al Alavés. Gassama resolvía en el minuto 86 un enredo monumental dentro del área amarilla propiciado por un balón al poste cuyo rebote consiguió el Almería volver a poner sobre la olla y rematar para poner el 2-3 ante la salida en falso de Andrés. El estadio apretaba y los jugadores creyeron que podían remontar el partido. A la salida de un corner, Gassama volvía a cabecear un balón al segundo palo y ponía la bola al palo más lejano para Andrés Fernández. La locura se palpaba en el estadio y más cuando el árbitro descontó 7 minutos de añadido, los cuales fueron un correcalles sin control de pelota por ningún equipo en el que cualquiera de los dos se hubiese podido llevar el partido y encarrilar la eliminatoria.
En resumen, el Villarreal vuelve a pecar de los mismos errores defensivos que llevan condenándole toda la temporada: falta de tensión en momentos claves como principio y final de los tiempos. Calleja está en apuros y debe intentar cambiar la situación difícil en la que se encuentran. A destacar, tanto la respuesta del Villarreal como del Almería ante los goles en contra.