La Cultural salva los muebles in extremis
La Cultural empata en el último instante ante un Fuenla que mereció más. Víctor Cea podría tener las horas contadas a pesar del empate
La Cultural empezaba dormida y, tras una pérdida entre Ortiz y Nicho, acaba el balón en los pies de Cedric que provoca córner. Saque de esquina puesto al primer palo, peinado por el Fuenla y rematado por Cristóbal en el área pequeña.
Los leoneses querían dominar y recomponerse pero no salían las cosas y en una contra en la que Cedric encaraba a Vicente que le mete el pie y cae. Era el último jugador pero el árbitro no pitó falta.
Poco a poco, aunque no sin pérdidas en medio campo, la Cultu iba avanzando metros y pudo empatar en varias ocasiones. Ambas tiros de Hugo: el primero en un córner, se la cede a Sergio Marcos, que se la devuelve al extremo, que gana área y chuta pero el meta despeja sin despeinarse; y luego, en el 29′ un disparo desde fuera del área que manda Biel Ribas a córner.
Sin embargo, un minuto antes de este último, en una pérdida en el medio, le llega el balón a Cedric que en el mano a mano ante Palatsí sale ganador el meta que evita lo que parecía el 0-2.
La Cultural lo intentaba, sobre todo por banda izquierda, con un gran Liberto, pero apenas tendrían ocasiones y nos iríamos al descanso con 0-1.
En la segunda parte, la Cultural comenzaría mejor con dos opciones: primero, en una jugada en la que roba Hugo y se la cede a Aridane que dispara fuera y poco después el jerezano chuta una falta a las manos de Biel.
El Fuenlabrada se sentía cómodo; se dedicaba a defender una Cultural que abría el campo cuando no tenía que hacerlo; o que Antonio no se entendía con Zelu. Y para más inri, Cea quitaba del campo al que mejor estaba, Liberto, por Zelu y el último cambio fue meter a Toño por Bernal… Parece que han puesto a los mandos de una nave a un marinero, no a un capitán.
Pasaban los minutos y de las pocas ocasiones que podía llevarse a la boca el aficionado fue un remate de Aridane que se fue fuera. Y parecía que ésto iba a acabar con 0-1, pero Dios se le apareció a Zelu, que controla el balón y marca un auténtico golazo. Sin embargo, es un gol que seguramente no todos celebraron, porque el empate no le valía a nadie.