El Barça B se reencuentra con el triunfo
El filial culé logró los tres puntos ante un Cornellà que no se rindió y pudo empatar en un final de poco control por parte de ambos
El planteamiento del encuentro estaba escrito antes del pitido inicial. El Barça B se quedó con el balón porque es lo que los dos equipos querían. El filial azulgrana fue capaz de madurar el partido a medida que pasaban los minutos y de encontrar portería cuando tuvo ocasión.
Su rival, el Cornellà, trató de ser peligroso saliendo desde su campo cuando robaba pero le costó. El balón parado fue su herramienta para poner el balón en el área rival cuando no lo consiguió de otra manera. Durante 60 minutos se jugó a lo que quiso el equipo dirigido por Francisco Javier García Pimienta. Al final el Cornellà consiguió convertir el partido en algo más descontrolado, pero ya perdía 2-0. Anotó y tuvo veinte minutos para empatar. El Cornellà llegó, el Barça B sufrió y el triunfo se acabó quedando en casa.
El conjunto de García Pimienta fue efectivo. Comenzó llegando a través de tiros lejanos poco precisos. Consiguió ir acercando las posiciones de remate a la portería de Ramón. Acabó consiguiendo el primer gol del partido en la situación menos esperada. Con el método que buscaba el Cornellà con insistencia, la estrategia, el Barça B encontró el gol en la cabeza de uno de los ‘pequeños’ del filial culé: Carles Pérez.
En el segundo tiempo el Barça B salió a tener el balón y encontró en la espalda de un Cornellà más avanzado más facilidades para generar peligro. El técnico del Cornellà, Xavi Calm, apostó en el descanso para ir a buscar más al equipo rival y avanzó la línea unos metros. El filial azulgrana, sin embargo, gestionó con habilidad el cambio táctico. Encontró en una jugada de veloz en el toque el 2-0 con la firma de Abel Ruiz. Pase atrás y remate del 9 a la cepa del poste. Imposible para Ramón.
El encuentro tomaba una dirección que hacía prever un final de encuentro cómodo. El Cornellà no se sabe rendir, no está en su esencia y lo intentó hasta el final. Calm dio entrada en banda a Jaume, delantero de naturaleza para buscar más llegada y la encontró. Sin conseguir coger el mando del partido, los visitantes sí que consiguieron que el Barça B lo perdiera y convirtieron el encuentro en un caos en el que unos y otros llegaban a la portería rival con una claridad como nunca antes en el partido.
El Cornellà encontró el gol a través de uno de sus recursos más potenciados, pero quizás en el momento en el que menos lo estaba necesitando para llegar a la meta de Peña. Un error infantil de Miranda obligó al árbitro a señalar la pena máxima. Pere, tirando de galones, lo convirtió con calma y espoleó a sus compañeros. El equipo de Calm encontró sus mejores minutos tras el gol. Por su parte el filial azulgrana perdió el control. Por un lado, la ventaja tras varios partidos sin resultados positivos dio pie inevitablemente a una actitud más conservadora en los jugadores. El 2-1 reforzó aún más ese sentimiento.
García Pimienta quiso cerrar el partido por la vía del gol, en lugar de esperar el ansiado minuto 90. Entraron Riqui Puig y Mujica para buscar a la espalda de la zaga visitante la sentencia. Un Aleñá atrevido pero poco acertado condujo dichos intentos. El Cornellà no encajó y siguió buscando con insistencia el empate. Cualquier balón puede ser bueno cuando se trata del conjunto del Baix Llobregat. Sin embargo, le cuesta generar una corriente de ahogo continuado a su víctima. Las tuvo y no concretó pero no llegó a encerrar a su rival y en los últimos minutos igual de cerca estuvo el empate como el tercero del filial azulgrana. Al final, un 2-1 balsámico para los culés y truncador para un Cornellà que venía de ganar tras dos meses de sequía.