Intensidad sin goles en el derbi entre Alcoyano y Ontinyent
Un Alcoyano negado de cara a gol no puede con el Ontinyent en un derbi intenso dominado sin premio por los blanquiazules .
La mala racha de cara a gol de un Alcoyano que y alleva cinco partidos sin perforar las redes rivales frena al cuadro blanquiazul en un derbi en el que los locales hicieron más méritos para llevarse los tres puntos.
Tras cuatro años de penurias por los campos de Tercera División, el Ontinyent, equipo revelación de la temporada, volvía a pisar el césped de El Collao para medirse en el derbi ante el Alcoyano. La proximidad geográfica de ambas ciudades y el sol reinante en la capital de la montaña alicantina propició la afluencia al vetusto templo blanquiazul de más afición de la habitual, llegada, en buen número, de la vecina localidad valenciana.
En las zonas técnicas, dos entrenadores formados como compañeros en la escuela del Elche defendían en esta ocasión intereses diametralmente opuestos. Vicente Parras y José Galiana guiaban respectivamente a Ontinyent y Alcoyano en un derbi dispar en la clasificación. Los valencianos, cuartos y en playoff; los alicantinos, en zona de nadie y tras cuatro jornadas sin marcar ni ganar, a la que hay que sumar una más: la de este domingo.
Galiana modificó el planteamiento inicial con el objetivo de dominar la zona de creación y así conseguir mar fluidez de camino al área rival. Para ello, apostó por dejar en el banquillo a sus delanteros referencia y jugar con Gato como hombre más adelantado flanqueado en las bandas por José García y López Silva. El trivote en el centro del campo lo formaron Lado, Ribelles y Omgba.
Precisamente en los pies del camerunés estuvo la primera y más clara oportunidad de gol de todo el partido. Carlos Barreda se adentró en territorio rival por su carril derecho y centró al interior del área, donde encontró a Omgba, quien remató con vehemencia al larguero de la meta de Álvaro Campos. La mala fortuna para el camerunés no terminó con el rechace del travesaño, sino que en esa acción, el mediocentro se lesionó y tuvo que ceder su lugar a Cubero.
A raíz del tempranero parón como consecuencia de las atenciones sanitarias y el cambio, el partido entró en una fase de mayor intensidad, más centro del campo y menos ocasiones en las áreas. Aun así, fue el Ontinyent quien buscó inquietar por primera vez la portería de Koke. Fue Rubio quien disparó por alto de la meta del portero antequerano del Deportivo en la primera aproximación visitante.
La disputa en la parcela ancha volvió el encuentro intenso, de brega pero un ápice menos vistoso, aunque entretenido. El dominio era alterno. Los visitantes inquietaron a la defensa local con una jugada individual de Fran Machado que no encontró rematador. Los ataques de los locales terminaban más temprano de lo deseado por los suyos como consecuencia de las posiciones antirreglamentarias en las que caían los atacantes locales como consecuencia de la adelantada defensa del Ontinyent.
El Alcoyano buscó romper el empate inicial que reflejaba el electrónico cuando ambos equipos regresaron de los vestuarios. Tras el descanso, el dominio fue claramente blanquiazul, que mereció el premio del gol. Pero, por quinto partido consecutivo, no lo encontró. Y méritos hizo sobrados para logarlo, especialmente en los compases iniciales de la reanudación.
Primero fue Rober quien cortó un centro de Barreda que buscaba rematador en el área pequeña. Segundos después fue José García se internó por el pico izquierdo del área decidió terminar la jugada, a pesar de que había sido obstaculizado por la defensa visitante, con un disparo que lamió el palo corto de la meta de Álvaro Campos. Más tarde, un disparo de Gato desde la frontal se marchó arriba. La misma suerte corrió el trallazo de Lado tras la preciosa asistencia de tacón de José García.
Tras unos compases en los que el Ontinyent volvió a conseguir dormir el derbi y neutralizar así el arreón alcoyanista, los locales volvieron a la carga en los últimos estertores del encuentro. La defensa blanquiazul resolvió sin problemas las contadas aproximaciones visitantes, pero en tareas ofensivas, Gato no encontró acompañante.
Aun así, el punta de Benidorm, se echó el equipo a la espalda en busca del último triunfo del año para los suyos, que finalmente no llegó. No lo pudo encaminar Cubero, que giró mal el cuello en un remate franco en el área pequeña tras una falta servida por Gato. Tampoco pudo adelantar al Alcoyano el propio Gato en el minuto 86, en la que a la postre fue la última oportunidad de peligro. El mediapunta sorprendió a propios y extraños con un lanzamiento directo de falta que respondió con maestría Álvaro Campos.
Tras el pitido final, el Alcoyano continúa deambulando por tierra de nadie. Cinco partidos sin ganar. Cinco partidos sin marcar. 450 minutos de sequía. Todo ello condena a los de Galiana a la decimosegunda posición de la tabla. Más arriba, mucho más arriba se encuentra el Ontinyent de Vicente Parras, que cierra el año de su regreso a la división de bronce en la cuarta posición.