El Herbalife Gran Canaria se lleva la victoria ante un Barcelona Lassa alicaído

El choque comenzó con cierta igualdad, aunque siempre con el Herbalife un pasito por delante en el marcador. Con dos de los tres mejores equipos ofensivos de la ACB frente a frente, el inicio no podía ser más entretenido. Juego fluido, jugadas rápidas pero bien ejecutadas, y un movimiento de balón certero fueron la gran diferencia que permitió a los visitantes mandar en el electrónico durante los primeros 10 minutos.

Gal Mekel anotaba (9 puntos en los primeros cinco minutos de partido), y también encontraba a un Ondrej Balvin que se comió a Ante Tomic en la pelea en el poste. Aunque Seraphin, con un tapón a Aguilar y una gran transición ofensiva que culminaba con un aro pasado del pívot francés, ponía el 21-23 tras el cuarto inicial.

Seraphin salía tan enchufado como había terminado el periodo anterior, y anotaba 6 puntos consecutivos que avivaban la igualdad entre ambos conjuntos. Durante los primeros minutos, sin embargo, se vivieron momentos de incertidumbre y falta de acierto en ataque, lo cual, sumado a recuperaciones y faltas, y un enfoque más defensivo, le restó al partido esa fluidez con la que había comenzado. A pesar de ello, Herbalife estaba más metido en el encuentro y conseguía despegarse, sobre todo durante los tres últimos minutos de la primera mitad, en los que la renta visitante llegó hasta los 7 puntos de ventaja.

Comenzaba tras el descanso una segunda parte en la cual los canarios se cargaron de faltas, entrando en bonus en solo dos minutos. No aprovechó el Barça aun así esa ventaja, y continuaron los errores en el tiro, especialmente tras la línea de tres. Tampoco frenaron en defensa las internadas y lanzamientos exteriores de Herbalife (no cometieron los locales su primera falta hasta después del ecuador del cuarto. La ventaja visitante ya no era pequeña, sino que iba creciendo constantemente, hasta los 14 puntos a quince minutos del final.

En ese momento aparecieron la inspiración y el talento de Thomas Heurtel, que terminó con 24 puntos en su cuenta particular. El base galo encadenó varias jugadas individuales que metían a los suyos en el encuentro. Pero no pudo él solo contra todo, y, mientras los canarios se divertían y ofrecían espectáculo (una triangulación entre Oliver, Paulí y Balvin hacía mucho daño a una defensa blaugrana incapaz de parar la ofensiva).

Thomas lo seguía intentando, y parecía dar alas a sus compañeros cada vez que pisaba el parquet. Pero entonces, un viejo conocido de la afición del Palau como es Marcus Eriksson, entraba en calor en los últimos minutos. Su acierto y el de Oliver o un Balvin impecable le ponían las cosas muy complicadas a un Barça que cometió (al contrario que en el tercer período) cuatro faltas rápidas antes de que Herbalife hiciera la primera.

Ni los rebotes ofensivos ni las recuperaciones, aspectos destacables para los de Sito Alonso, sirvieron al Barcelona, cuyos porcentajes de tiro (41%), y de tiros libres (menos de un 35%),  mermaron toda posibilidad de luchar por una victoria que, desde el 2-0 inicial, estuvo en todo momento en manos del Gran Canaria.